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Gijon, Asturias, Spain

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HOLANDA


Vamos a hacer un recorrido por Holanda de 10 dias.

27.04.2018 GIJON-SANTANDER-BRUSELAS

Yo vuelo desde Santander a Bruselas Charleroi, así que después de currar salgo en coche hacia Santander. El v7uelo sale con dos horas de retraso, que coñazo, sobre todo para Pili que está esperándome en Bruselas, ya que ella llegó allí por la mañana y aprovechó para alquilar el coche y menos mal porque yo ya llegaría tarde para alquilarlo.
Al final llego sobre la 1 de la mañana y no s vamos directamente al hotel que ya habíamos reservado cerca de bruselas.

28.04.2018 BRUSELAS-DORDRECHT-KINDERDIJK-DELFT-LA HAYA

Desayunamos en el hotel y vamos a buscar a Marta que llega al aeropuerto principal de Bruselas. La recogemos y ponemos rumbos a Dordrecht, la ciudad más antigua de Holanda.
Visitamos Dordrecht, que es muy pequeño y nos parece muy bonito.







De Dordrecht  salimos hacia Kinderdijk para ver los molinos de viento. Son 19 molinos construidos en 1740 y Patrimonio de la Humanidad.

Aparcamos en una cuneta, donde hay otros coches y como hace frio y esta medio lloviendo vamos a un restaurante a comer. Pedimos croquetas con patatas fritas, hamburguesa y “tosti” de jamón y queso, que no es más que pan de molde, nada del otro mundo. A ver si mejora el tiempo y empezamos a hacer picnics que nos va a salir mas barato y mejor.
Recorremos los canales en bote: media hora por 5,50 Euros por persona. Es un paseo muy agradable y se ven muy bien los molinos. 









También hay posibilidad de visitar un molino, pero no entramos. Luego damos un paseo. Hay carril para peatones y carril para bicicletas. Otra constante del viaje: las bicicletas, a las que nosotros no estamos acostumbrados y nos sorprendían a cada instante.
Cuando volvemos a coger el coche, nos encontramos con la sorpresa: nos han puesto una multa de ¡95 Euros! por aparcar en zona indebida. Por más que miramos, no vemos ningún cartel prohibiendo el aparcamiento. En fin, parece que no podemos hacer nada.
Nos vamos a Delft, pequeña ciudad famosa por su cerámica. También es muy bonito y proliferan las tiendas de cerámica, recuerdos y quesos. En una nos ponemos morados de toda clase de quesos, pero no compramos ninguno; vamos a ir al supermercado, que seguro que son más baratos.










Salimos hacia La Haya. Aquí nos alojamos en el Ibis Den Haag City Centre. El mismo hotel nos ofrece aparcamiento por 25 Euros por dos días y 10 Euros por una noche. Lo cogemos, ya que si no va a ser imposible aparcar, además mañana queremos ir a Roterdam en tren.
Preguntamos cómo podemos pagar la multa, pero nos remiten a una comisaría de policía. Hay una casi en frente del hotel, y allí vamos a preguntar. Nos dicen que ya nos llegará (a la compañía de alquiler de coches en este caso) y que no hay descuento por pronto pago.
En fin, salimos a dar nuestra primera vuelta por La Haya, y tomamos una cerveza en la Grote Markt y luego cenamos en una pizzería.

Día 29.04.2018 LA HAYA-ROTERDAM-LA HAYA

Desayunamos en el hotel y a las 10:21 cogemos el tren a Rotterdam que tarda 30 minutos y cuesta 5,90 Euros (solo ida).
En la estación de tren hay una oficina de turismo, donde nos venden un mapa de la ciudad por 1 Euro. Con el magnífico mapa emprendemos la visita desde la Centraal Station (estación de tren central): por la Coolsingle, el Radhuis (Ayuntamiento), el edificio de la Bolsa, el world Trade Centre, la escultura de Erasmo, el Markthal, las Casas Cubo (entrada al museo, 3 Euros por persona), el Oude Haven (Puerto Antiguo), cuya calle principal, la Wijn-Haven no encontramos tan animada como pensábamos… y llega la hora de comer.











Comemos un kebab (unos 7 Euros por cabeza) y después tomamos un café en la calle Witte de Withstraat. Aunque llueve, no hace mucho frío y estamos en terracita cubierta. Seguimos por el Erasmusbrug (Puente de Erasmo) y llegamos al Felix Food Market. Hubiese sido un lugar ideal para comer unas tablas de quesos y embutidos holandeses, pero no lo sabíamos. Muy recomendable. Llegamos hasta el Hotel New York, en la antigua sede de la Holland America Line, en un extremo del distrito Kop van Zuid. Desde aquí, en el muelle Wilhelmina, los cruceros zarparon durante un siglo rumbo a Nueva York.





De vuelta a la Estación Central, cogemos el tranvía (¡gratis!!) hasta más o menos el Ayuntamiento y callejeamos un poco por las calles comerciales. Pero como sigue lloviendo y es un poco antipático andar así, nos vamos a la estación y cogemos el tren a La Haya a las 18.20.
Nos vamos directamente a la Grote Markt a tomar la cerveza pre-cena y después cenamos en un restaurante indonesio, el Istana (Wagenstraat, 71-73, que resulta estar llena de restaurantes asiáticos e indios). Comemos beef rendang (ternera en leche de coco), noodles fritos y rollitos de primavera. Total: 62 Euros. Luego tomamos un cubatilla en la plaza, ya dentro, que aprieta el frío. 8 Euros cada gin tonic.



Día 30.04.2018 LA HAYA

Amanece lloviendo a mares y la previsión es que siga así todo el día.
Visitamos La Grote Markt, la Grote Kerk (Iglesia Vieja), el Oude Stadhuis (Ayuntamiento Viejo), un poco más lejos la Klooster Kerk, en la calle Lange Voorhout , que sería un bonito paseo si no lloviese; la Prinsesse Gracht, donde se encuentran el Ministerio de Finanzas, la Academia y otros edificios del siglo XVIII o más tardíos, pero del mismo estilo.
Un poco antes de la una de la tarde, nos vamos al Mauritshuis Museum. Ya hemos sacado las entradas por internet. Nosotros y muchos otros, porque ya hay una buena fila. Entramos sin mucho retraso y dedicamos casi dos horas a ver las 16 salas, con obras de los maestros flamencos, Rembrandt (La Lección de Anatomía), Vermeer (La Joven de la Perla, que, como todo el mundo sabe, no es un retrato, sino un “tronie” jejeje que relistu soy.












La Prince William V Gallery, un edificio que complementa al Mauritshuis Museum.
Ya con hambre, entramos en una tienda Hema y nos compramos un bocadillo de salchicha, muy rico, y de paso nos refugiamos de la lluvia.
Cogemos el coche y vemos, solo de paso la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia, donde paramos y hacemos unas fotos.
Luego nos vamos a Scheveningen, la playa más popular de Holanda, ahora triste y sin mucha gente. Pero cuando llega el buen tiempo debe estar muy concurrida porque hay muchísimos chiringuitos para comer, beber y bailar.




Volvemos a La Haya y nos tomamos unas cervezas en The Fiddler, un local muy majo, muy grande y antiguo.
Cenamos otra vez en la pizzería, a falta del restaurante indio que habíamos encontrado por TripAdvisor, y que resultó que estaba cerrado. Qué decepción.

Día 01.05.2018 LA HAYA-LEIDEN-KEUKENHOF-ZAANSE SCHANS-VOLENDAM

Después del desayuno salimos hacia Leiden. Hoy todos los trayectos en coche van a ser muy cortos.
La ciudad natal de Rembrand es muy típica holandesa: el Ayuntamiento y el Waag (la Balanza, donde se pesaba el cargamento que entraba por los canales para luego ser distribuido y vendido). Aquí encontramos el Burcht, una colina artificial con los escasos restos de la antigua ciudad medieval.
El Rappenburg, el canal más pintoresco de la ciudad que atraviesa el centro universitario. Aquí se fundó la primera y más famosa universidad de Holanda.












La siguiente parada es Keukenhof, el parque de tulipanes. Pero hay que pagar 18 Euros por persona más 6 de aparcamiento, y además hay muchísima gente, así que decidimos solo pasear y ver los campos de tulipanes que hay alrededor, que tampoco están mal, además seguro que vemos tulipanes por el camino





Continuamos  a Zaanse Schans. Es un museo de molinos al aire libre, pero mucho más turístico que el de Kinderdijk. Hay paseos en barca, pero solo paseamos. Los molinos están muy bien conservados y hay muchas tiendas de recuerdos, y una fábrica de chocolate. Su olor está por todas partes.







Nuestro próximo destino es Volendam. Aparcamos justo delante de la Oficina de Turismo (se puede aparcar gratis una hora y media y hay que poner un “reloj” de cartón azul que todos los coches tienen) y vamos a por un mapa (si es gratis), y allí mismo nos pueden reservar un Bed & Breakfast para esa noche. Nos cobran 2,5 Euros por persona por la gestión, pero el precio no está mal (102 Euros por habitación triple, con desayuno) y ya nos corre prisa reservar para esa noche.
Vamos al alojamiento, en la calle Goudenslot 21 (el B&B se llama Heyne & …. – no recuerdo el otro nombre) y nos vamos al puerto de Volendam, donde cogemos un barquito a la isla de Marken. Aparcamos en la calle Parallelweg, junto al puerto. Antes compramos unos bocadillos de pescado en un puesto de los miles que hay. Salimos a las 16.00. El barco tarda unos veinte minutos en llegar y cuesta 11,50 Euros por persona, ida y vuelta.











Paseamos por la isla, que es muy bonita. Las casas, canales, embarcaciones y todos los jardines y calles están muy bien cuidados. Apenas se ve gente por la calle, pero es evidente que hay quien vive permanentemente ahí. Tomamos una cerveza antes de coger el barco de vuelta a Volendam a las 18.00 hrs.

Paseamos por el puerto, que es lo único majo del pueblo. Las casas son impresionantes, enormes y muy bien cuidadas. Dan mucha envidia los jardincillos y terrazas que vemos desde la calle.






Nos sentamos a tomar una cerveza y, a falta de un chiringuito con muy buena pinta que habíamos visto con frituras varias y que ya estaba cerrado, vamos a otro y cenamos una ensalada griega y fritura de pescado para los tres (la ración es para dos). Está rico pero ya empezamos a estar un poco hartos de fritanga. Es increíble que en un puerto pesquero como este, no puedas comer un pescado decente que no sea fritanga.
Nos retiramos al B&B, ya todo está cerrando.

Día 02.05.2018 VOLENDAM-EDAM-ALKMAAR-ISLA DE TEXEL-SNEEK

Después del desayuno salimos hacia Edam. Está tan cerca que nos despistamos un poco y acabamos en el puerto de Volendam. Edam no tiene puerto, pero sí canales y grandes casas con barcos aparcados a la puerta. Todo muy bonito. Además, hoy ya ha salido el sol y se ve todo más luminoso.
A las 10.00 salimos hacia Alkmaar. Llegamos en 45 minutos y visitamos la ciudad durante una hora: destacan el Stadhuis (ayuntamiento), de fachada gótica y bonita escalinata, la Waaggebouw (la Balanza) y Sint Laurenskerk (la catedral de San Lorenzo), que no visitamos. Paseamos por la Langestraat y tomamos un café. No hay tantos canales como en otras ciudades, tiene un aire más “urbano”.







A las 11.45 nos vamos a Den Helder, viendo campos de tulipanes por el camino,



puerto desde el que embarcamos (coche incluido) a la isla de Texel, que forma parte de las islas Frisias. Las cinco más importantes, de oeste a este son: Texel, Vlieland, Terschelling, Ameland y Schiermoonnikoog. 
El ferry sale cada hora, coincidiendo con las medias. Llegamos por los pelos a coger el de las 12.30. Nos cuesta 25 Euros, ida y vuelta, el coche con hasta 9 pasajeros. Tarda menos de media hora en llegar.
Vamos a buscar una playa donde comer y recalamos en la número 17. Hay mucha gente, sopla el viento (hay una escuela de surf), cometas volando sobre la arena… pero para comer es un poco incómodo. Nos resguardamos un poco entre unas casetas y comemos nuestro pic nic.
Después vamos con el coche, un poco sin rumbo y nos paramos aquí y allá, viendo los faros, las ovejas y los acantilados. La isla es muy bonita, vale la pena el paseo.






A las 17.00 cogemos el ferry de vuelta y nos vamos a Sneek.  Cruzamos la carretera-puente que sale de Den Oever, aunque no resulta tan espectacular como esperábamos.
Mientras vamos, buscamos alojamiento para dormir y reservamos un apartamento. A partir de ahora vamos a intentar siempre buscar apartamentos para poder cenar en ellos, ya que la comida en general es mala y cara.
Llegamos al sitio que está a las afueras del pueblo, pero es muy bonito. La chica nos da un apartamento más grande que el que habíamos reservado, asi que genial.
Salimos a hacer la compra para la cena a un Lidl: salchichas, ensaladas, chucrut y pan para cenar esta noche y desayunar mañana. Pero primero, vamos al pueblo a tomar unas cervezas.

Día 03.05.2018 SNEEK-SLOTEN-GRONINGEN

La casera, una chica muy maja, nos habla de las maravillas de los pueblos de la región, así que decidimos hacer una pequeña ruta:  Sloten, un pueblo muy bonito, muy típico: canales, grandes casas de piedra e iglesias. Un gran molino en medio del pueblo.













A las 10.30 seguimos la ruta por: Nijermirdum, la playa de Mirns (paramos, pero no vale mucho la pena), Laaksum y Stavoren (en este último ya no paramos).

Seguimos por Molkwerum y Hinderloopen. Aquí paramos y damos un paseo. Casoplones y canales.








Ya se acerca la hora de comer y vamos buscando un sitio de pic nic. Pasamos por Workum, Bolsward y finalmente llegamos a Wommels. No es de la ruta de pueblos bonitos, pero paramos porque hay un sitio estupendo a la orilla de un canal. Comemos nuestras viandas: arenques, salchichitas, jamón, queso, pepinillos, aceitunas y patatas fritas.



A las 14.30 nos vamos a Leeuwarden. Paseamos un poco, pero tampoco es nada del otro mundo.



Tomamos un café y mientras, el dueño del apartamento que habíamos reservado en Groningen para esta noche a través de booking.com nos lo cancela. Hablamos con booking.com y nos lo resuelven: nos reservan un apartamento que cuesta 180 Euros y nos van a devolver la diferencia de precio con el otro apartamento (80 Euros). Tenemos un apartamento muy grande. Recogemos la llave y dejamos en coche en un garaje privado por 10 euros la noche. Hay cuatro habitaciones, así que estamos la mar de anchos.
Damos el primer paseo por la ciudad, sin rumbo. 






Tomamos unas cervezas en la Grote Markt, y nos quedamos helados en la terraza. Vamos al súper y compramos salmón, ensalada, pan, fruta y cerveza para cenar en casa. Como ya dije, merece mas la pena: mucho frito y poca variedad (y lo que no, carísimo).
Nos ha gustado el día porque la región que hemos visitado está apartada de la ruta más turística holandesa, así que lo damos por muy bien aprovechado.
El salmón de la cena está riquísimo.

Día 04.05.2018 GRONINGEN-GIETHOORN-DEVENTER-BATHMEN

Desayunamos en casita y luego salimos a dar un paseo por Groningen: Grote Markt, la Martinikerk (iglesia de San Martín), el Stadhuis (Ayuntamiento) y detrás de él la Goutkantoor (la Oficina del Oro), donde en el siglo XIX se podía llevar el oro y la plata para que, mediante una marca, se certificase su autenticidad.
Paseamos por la Vismarkt (el antiguo mercado del pescado), que nos lleva a la A-kerk, iglesia de estilo románico de transición al gótico. El Museo Marítimo, el Museo del Tabaco… y antes de darnos cuenta, ya hemos recorrido toda la ciudad. Es, en realidad, muy pequeña y todo lo visitable está muy cerca.








Sobre las 11.00 nos vamos a Giethoorn. Es una pequeña ciudad que se visita mejor en barca que a pie. Y eso hacemos: alquilamos una barquita con volante y asientos muy cómodos (las hay de varios tipos, de menos comodidad, sólo con un timón a proa…). Cuesta 35 Euros la hora y no hay descuento por la segunda hora (en las más baratas, sí). La cogemos por dos horas y, mapa en mano (hay un circuito, y las barcas van en una sola dirección), vamos a surcar los canales hasta llegar al lago, y disfrutar de un día magnífico de sol y calor. Aunque, eso sí, hay mucha gente.






Ya con una cerveza abierta, 


vamos pasando por casas grandes y medianas, muchas de ellas con techos de paja; son realmente bonitas. Todas ellas, claro, a pie de canal y con más o menos jardín. Cuanto más nos alejamos del “centro”, las casas son más escasas, hay un molino sin aspas y ya nos desviamos al lago. Vamos muy despacio, se está muy bien. En el lago comemos en la misma barca




Paramos un momento en una casa (no había nadie) para que las chicas hiciesen un pis, incluso encuentro un enchufe para calentar agua y tomar un café. Decidimos que alargamos la excursión una hora más. Llamamos y nos dicen que ningún problema.













Aun así, llegamos tarde, pero no nos cobran la media hora de más. Quemados por el sol, pero relajados y felices, nos tomamos un café en una tienda de “fish and chips” donde ¡no tienen hielo! Justo al lado hay una casa particular con un gran ventanal y la tan holandesa costumbre de no tener cortinas. Hay un señor leyendo el periódico tranquilamente, ajeno a los turistas que pasan e, inevitablemente, le miran a través de la ventana. La costumbre, imagino…

Salimos hacia Deventer. Visitamos la ciudad y nos sorprende: hay una gran iglesia, la Lebuïnuskerk y un coro cantando, fuera de la iglesia. Hoy, 4 de mayo se conmemora el día de la liberación; es el día que se celebra el final de la Segunda Guerra Mundial (la liberación tuvo lugar el 5 de mayo de 1945). A las ocho en punto de la tarde se guardan dos minutos de silencio. Nos pilla en la plaza tomando una cerveza y es impresionante: todo el mundo callado, han (hemos) dejado de comer y beber. La camarera, cuando faltan cinco minutos para las ocho nos advierte de que debemos guardar silencio. Le decimos que sí, ya lo sabemos.









Hoy dormimos en Bathmen, donde vive Judith, amiga mia de España aunque ella es holandesa. Cenamos en el jardín con su novio Marko. Charlamos y reímos, recordando viejos tiempos. 

Día 05.05.2018 BATHMEN-UTRECH-LJSSELSTEIN

Desayunamos con Judith  y luego nos despedimos. Me prestó un montón volver a verla después de tanto tiempo.





Sobre las 10 nos vamos hacia Utrech. Dejamos el coche en un parking y visitamos la ciudad: canales y más canales que nos llevan a la Domplein (la plaza de la catedral). Subimos a la Domtoren y vemos la iglesia de fuera. 














Callejeamos, dejándonos llevar por la gente y el ambiente. La verdad es que hay mogollon de gente, incluso agobia un poco y además hoy hace bastante calor. Nos sentamos a tomar una cerveza al lado de un canal que está por debajo del nivel de la calle.





Sobre las 15.00 damos por finalizada la visita y nos vamos a la zona de los lagos. Paramos a la vera de un canal a hacer nuestro picnic



y luego visitamos Breukelen, Loenen, Loordrecht.





El camino es precioso, todo lleno de canales y lagos. La zona está llena de casas enormes, antiguas y muy bien conservadas o restauradas. Cochazos y barcazas aparcados a la puerta, según ésta de a la calle o al canal. Y los ricachones disfrutando del sol y el vino en sus terrazas. Una pasada.
Estuvimos buscando hotel  para dormir en Utrech, pero todo era carísimo, así que al final encontramos uno en un pueblo llamado Ijsselstein, a   10 km. de Utrecht. Llegamos allí sobre las 7, soltamos las maletas en el hotel Epping, que está muy bien y fuimos a dar una vuelta por el pueblo. Gran sorpresa porque es muy pequeñin y tranquilo pero guapo  y con mucho encanto.
Nos sentamos en Joris, que tiene una gran terraza, a tomar una cerveza. Teníamos pensado ir a cenar codillo en el Edelweiss (al lado de nuestro hotel), pero llegamos tarde, así que cenamos en un griego, el Stafili.

Día 06.05.2018 IJSSELSTEIN-MAASTRICHT

Cafetín en la habitación y después damos un último paseo por el pueblo y nos topamos con la iglesia. Mucha gente se acerca a oír misa y todos nos saludan. 






No hay ni un bar abierto para desayunar, así que cogemos el coche y ponemos rumbo al castillo de Haar, parando en un pueblo a tomar café y una tarta de manzana muy rica.

El castillo abre de 11.00 a 17.00 todos los días y la entrada cuesta 16 euros, más 5 euros de parking. Nos parece un poco caro, pero al final nos damos cuenta de que merece la pena: el castillo está muy bien conservado y nos ha gustado mucho.
(Fuente: Wikipedia) El más antiguo registro histórico de un edificio en la ubicación del castillo actual data de 1391. En ese año, la familia De Haar recibió el castillo y las tierras circundantes como feudo de Hendrik van Woerden. El castillo permaneció en la propiedad de la familia De Haar hasta 1440, cuando el último heredero varón murió sin hijos. Pasó entonces a manos de una rama lejana de la familia, los van Zuylen, y ya a finales del siglo XIX, Etienne Gustave Frédéric, barón de van Zuylen van Nyevelt van de Haar, casado con Hélène de Rothschild pudo restaurarlo. Se lo encargó al arquitecto holandés Pierre Cuypers.







Sobre las 13.00 salimos en dirección al aeropuerto de Eindhoven, ya que Marta se va hoy. Hace mucho calor y al atravesar un puente, vemos una playa en el río y allí que paramos a hacer  el picnic. Yo aproveché para darme un baño.




Enseguida salimos en dirección de 's-Hertogenbosch (el Bosque del Duque), ciudad natal de  Jheronimus van Aken, El Bosco.
Solo nos da tiempo a ir hasta la plaza, donde encontramos una estatua de El Bosco y de pasear un poco alrededor de la catedral. Hay mucho ambiente, mucha gente por la calle. Pero nos tenemos que ir…




A las 17.00 dejamos a Marta en el aeropuerto de Eindhoven, y Pili y yo seguimos hasta Maastricht. Besos, abrazos y hasta pronto.
Sobre las 6 llegamos a Maastricht, dejamos las cosas en el albergue y salimos  a dar un paseo. Es una ciudad muy bonita y agradable para pasear.












Tomamos una cerveza, cenamos y después de un gin tonic en la terraza del albergue con vistas al rio y a dormir.

Día 07.05.2018 MAASTRICHT-LIEJA-BRUSELAS-SANTANDER-GIJON

Después de desayunar, salimos a dar un paseo por Maastricht.






Luego fuimos hacia Lieja. Dimos un paseo, pero no nos gustó mucho. Está demasiado dejada de la mano de Dios, o al menos eso nos pareció, pero bueno para dar un paseo y comer no está mal.





Por la tarde vamos hacia el aeropuerto de Charleroi, ya que nuestro vuelo hacia Santander sale a las 8. Pili vuela también a Santander ya que se queda allí un par de días en casa de unos amigos.

Llegamos a Santander, me despido de Pili y cojo el coche que tenía allí en el parking y rumbo a Gijón llegando sobre las 11 de la noche.

Nos encantó Holanda, mucho más de lo que esperaba. La mayoría de los pueblos parecen sacados de un cuento, fue un viaje precioso. El único pero la comida, que es terrible y cara. No entendemos como pueblos pesqueros como Volendam, no encuentres un sitio donde comer un pescado rico y sea todo a base de fritanga, pero a pesar de ello tengo que decir que Holanda es precioso.


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