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Gijon, Asturias, Spain

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POLONIA


De nuevo a hacer maleta y por fin para ir a Polonia, que ya lo tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Además vamos el grupo de Nueva Zelanda, Marta, Karma, Pili Azu y yo, que no habíamos vuelto a coincidir en un viaje desde entonces, ya que siempre fallaba alguien. En realidad juntos estaremos solo una noche, ya que Azu llega un día y al día siguiente se va Pili.
Vamos a estar 10 días y haremos la ruta típica de ciudades.

Día. 01.09.16 GIJON-MADRID-CRACOVIA

Al mediodía pillo vuelo para Madrid, y allí me junto con Marta, besos, abrazos, que delgadas estás, tu también  ..... y a tomar unas cervezas y dejarnos de tanta tontería mientras esperamos el vuelo.
Hoy vamos solo los dos y mañana vienen Pili y Karma.

Llegamos sobre las 20:00 pillamos un taxi y vamos al apartamento que ya habíamos alquilado. Está en la ciudad vieja, al lado de la plaza del mercado.
Llegamos, soltamos todo y vamos directo a la plaza a tomar una cervecina y a cenar por la zona






Después paseín ya que hace una noche muy agradable y para casina.

Día 02.09.16 CRACOVIA

Hoy nos vamos a las Minas de Sal de Wieliczka. Vamos a informarnos a la Oficina de Turismo (hay muchas repartidas por todo el casco antiguo) y tras coger mapas de la ciudad decidimos ir a la Oficina de las Minas de Sal que hay aquí para asegurarnos de los horarios, etc. Está en la calle  Wislna 12 A, donde nos venden entradas para el tour en español que empieza a las 11.20 (hay otro a las 16.20). Cogemos la Tourist Route, la más simple. Cuesta 84 PLN.

Nos vamos corriendo a la Estación Central de Cracovia, a unos 20 minutos a pie desde donde estamos. Compramos el billete para Wieliczka Rynek-Kopalnia (Salt Mine), que nos cuesta 8 PLN ida y vuelta. El trayecto dura 21 minutos.

Comenzamos la visita bajando 380 escalones hasta el corazón de la mina y vamos pasando por galerías y pasillos. La guía (una señora polaca que habla un español con unos giros bastante grotescos) nos va explicando la historia de la mina, cómo la trabajaban, etc.

La primera parte (una hora más o menos) es un poco tediosa, pero la segunda hora se anima con estatuas de sal de famosos (Copérnico, entre otros) y salas que van aumentando en vistosidad y adornos. La joya es la Capilla de Santa Kinga, a 110 metros de profundidad.  Contiene varios relieves, el altar, esculturas  y unas lámparas de araña con cristales tallados en sal. Es espectacular.












Ya casi al final, la cámara de Weimar, que contiene un lago, aunque no es natural.
También hay un restaurante donde se puede comer o celebrar eventos.
Al final, el museo, pero nos advierte la guía que hay que ser un poco entendidos en minas y minerales para disfrutarlo. Salimos a la calle; llevamos casi tres horas bajo tierra.

Cogemos el siguiente tren de vuelta a Cracovia y ya es la hora de comer.
Señalar que esta visita también se puede hacer organizada, pero es muy fácil hacerlo por libre y mucho más barato.

Paseamos a la orilla del río Vístula y comemos en un restaurante en una terraza, con unas bonitas vistas. Hace mucho calor.

Seguimos paseando y decidimos cambiar dinero. Hay muchísimas casas de cambio por toda la ciudad vieja, y elegimos una (Kantor), que parece que es la que mejor precio  nos da. PERO resulta que en el cartel de cambio sólo pone el precio de VENTA (siempre mayor que el de COMPRA), así que nos dan menos de lo que esperamos y protestamos. El cambista nos saca de nuestro error, protestamos y al final nos da un poco más. Al final ha resultado que hemos salido ganando con respecto al cambio de otras casas.

Al llegar a casa, viene nuestro casero a cobrar el piso (tenemos que pagárselo en Zlotys, y en metálico). Nos recomienda un restaurante no muy lejos, sencillo pero bueno, muy similar a los bares de leche (Bar mleczny). Seguimos su consejo y no nos defrauda: probamos especialidades a base de col y carne picada. También sale bastante más económico que la noche anterior.





Tirando de Wikipedia, os cuento que el bar de leche es un tipo de restaurante de Polonia donde se sirven menús y comidas a precios económicos. Fundados a finales del siglo XIX, su expansión por todo el país llegó en tiempos de la República Popular de Polonia, cuando las autoridades socialistas abrieron restaurantes de este tipo para los obreros sin cantina en sus puestos de trabajo. Debe su nombre al hecho de que se utilizan productos lácteos y verduras en el menú, si bien hoy se sirven platos de la cocina polaca tradicional. (se nota que el diario lo hizo Marta no?)

Sobre las dos de la mañana  llegan Carme y Pili a Cracovia. Menos mal que Marta las escuchó porque yo no me enteré

Día 03.09.16 CRACOVIA

Cafetín mañanero y buenos días para las recién llegadas.

Ya que Marta se lo curró, voy a dejar todos los datos que escribió, yo me limitaré a poner unas fotos después.

Por la mañana recorremos la calle Grodzka, donde visitamos las iglesias de San Pedro y San Pablo y la de San Andrés. En el interior de esta última hay un púlpito en forma de barco y un péndulo de Fucoult.
Llegamos a la Colina de Wawel y visitamos la Catedral de San Wenceslao: Considerada el centro espiritual de Polonia cuenta con una historia de más de 1.000 años y desde su construcción se convirtió en el centro del poder eclesiástico y monárquico de Polonia, por lo que constituye el lugar de coronación tradicional de los monarcas polacos. Estos son los puntos más destacados:
Capilla de Segismundo: El oscuro interior del templo está repleto de capillas laterales entre las que merece la pena destacar la de Segismundo, un espacio renacentista bellamente decorado con estucos y pinturas que se encuentra coronado por una llamativa cúpula.
Mausoleo de San Estanislao: En el centro de la nave de la catedral destaca el brillante mausoleo de San Estanislao, patrón de Polonia.
Cripta: La catedral es el lugar de sepultura elegido para los reyes polacos y algunos héroes nacionales. Es posible ver los sarcófagos reales que fueron enterrados a lo largo de la historia en su cripta.
Campana de Segismundo: Uno de los principales atractivos de la catedral es la Torre de Segismundo, donde tras subir por una escalera de madera se puede ver la famosa Campana de Segismundo (Zygmunt Bell), una impresionante pieza de más de doce toneladas construida en el año 1520. Aún es posible oírla repicar durante algunas ocasiones especiales cada año.
- El Castillo: Alzándose majestuoso sobre la Colina de Wawel junto a la orilla del Vístula, es uno de los complejos arquitectónicos más valiosos del mundo y el símbolo más representativo de Polonia. Visitamos la sala que alberga, temporalmente la obra La Dama del Armiño, de Leonardo da Vinci (hay que pagar una entrada aparte), ya que el Museo Czartoryski, donde se encuentra habitualmente, está en obras.
- La iglesia de San Estanislao y, finalmente, nos metemos en la Cueva del Dragón, una auténtica tontería, ya que no hay nada. A la salida, vemos el dragón que atemorizó a los cracovianos durante largo tiempo y que un pastor logró derrotar dándole a comer un cordero llenos de mercurio. Como el ágape le dio mucha sed, bebió y bebió del Vístula hasta que explotó. Saca fuego de la boca cada cinco minutos y se encuentra a orillas del río.
- El Palacio: Primera residencia de los reyes de Polonia, el Palacio Real de Wawel fue construido en el siglo XI para convertirse en uno de los puntos clave en la historia del país.
Cada atracción tiene una entrada diferente (sobre los 12 PLN cada una – la cueva del dragón, 3 PLN) y el horario, en general, de 9.00 a 17.00.














Buscamos algún sitio para comer y damos con una plaza con puestos de salchichas (Kielbasa), cerdo asado, col frita, champiñones, y los famosísimos pierogi, como empanadillas o “dumplings” rellenos de verdura, carne, etc… y unas cervezas monumentales. Eso comemos, todo riquísimo.
Por la tarde callejeamos por la Stare Miasto. Al final de la calle Florianska, al norte de la Plaza del Mercado, llegamos a la Barbacana (se pueden visitar 10.30 a 18). La Barbacana de Cracovia (en polaco, Barbakan Krakowski) es una estructura defensiva conectada a las murallas de final de la Edad Media. Es una puerta histórica que conduce al centro histórico de Cracovia, uno de los pocos restos de la compleja red de fortificaciones y estructuras defensivas que antiguamente rodeaban la ciudad.  A su lado, un trozo de muralla y la Puerta de Florián.







Las calles Florianska y Grodzka (que llega hasta la colina de Wawel) conforman la “Milla Real”, la calle principal de Cracovia, por donde paseaban los reyes y que vamos a encontrar en cada una de las ciudades que visitaremos.
Otras visitas: Basílica de la Santa Trinidad  (Stolarska Ulica), Basílica de San Francisco de Asías (Franciszkanska Ulica), y otras iglesias, diseminadas por toda la Stare Miasto. Es muy agradable pasear por ella, perderse y entrar en todas y cada una de las iglesias.
Pero el corazón es la Plaza del Mercado (Rynek Glowny). En ella se encuentras las siguientes atracciones:
Lonja de Paños (Sukiennice): Situada en el centro de la Plaza del Mercado, la Lonja de Paños fue inaugurada en el siglo XIII como una especie de “centro comercial” compuesto por tenderetes que más tarde se verían transformados en el edificio que es en la actualidad.
Basílica de Santa María: Con una imponente fachada flanqueada por dos torres de diferentes alturas, la Basílica de Santa María es uno de los principales monumentos de la ciudad. La fachada de la basílica se encuentra flanqueada por dos torres de diferentes alturas. La torre más alta, decorada con una corona dorada, es conocida como “Hejnalica” y en el pasado funcionaba para informar sobre la apertura y cierre de las puertas de la ciudad además de los incendios y los ataques enemigos.
Actualmente la trompeta suena cada hora desde la torre entonando el “hejnal”, aunque la melodía se ve bruscamente interrumpida en recuerdo del trompetista que fue asesinado cuando trataba de alertar a los ciudadanos de la invasión de la ciudad.










En el interior de la basílica destaca especialmente un retablo de madera del siglo XV con más de 200 figuras talladas que, con 12 metros de longitud, es el más grande de toda Europa.
Torre del Antiguo Ayuntamiento: Construida en el siglo XIV, esta torre de 70 metros de altura es la única parte que se conserva el antiguo Ayuntamiento de la ciudad.  En el momento de nuestra visita no se podía subir a la torre.
El cielo empezó a encapotarse y tras sentarnos en una pizzería al aire libre, empezó a llover, por lo que entramos a guarecernos y a disfrutar de una cena estupenda.

Hoy queríamos darle nuestro regalo de cumpleaños a Pili, que fue el día 1, pero la lluvia lo deslució. Alquilamos uno de los bonitos coches de caballos que van por la plaza y por las calles de la Stare Miasto. No había prácticamente nadie por la calle, las herraduras de los caballos blancos resonaban en el silencio. Fue, a pesar de todo, o quizás por ello, un paseo muy bonito.

04.09.16 CRACOVIA

Visitamos Podgorze, el antiguo guetto judío. Fue creado por el régimen nazi el 3 de marzo de 1941 para “limpiar” el centro de la ciudad de judíos. Allí fueron hacinadas 15.000 personas con sus familias. Se levantó una tapia que rodeaba el guetto y lo aislaba del resto de la ciudad. En marzo de 1943 se ejecutó la “liquidación” final, enviando a los aptos para trabajar a campos de concentración, a los que no lo eran los asesinaron en el mismo guetto y a otros los enviaron a morir al campo de Auschwitz.
La Fábrica de Oskar Schindler (4, Lipowa, de 10 a 20 horas, 21 PLN). Interesante muestra que te lleva por la historia del nazismo, el gueto judío y los campos de concentración. Pero no queda nada de la antigua fábrica. Steven Spielberg rodó allí su famosa película antes de que se reconvirtiese en una exposición.








Después visitamos la plaza de las sillas: Plac Bohaterow Gretta. La antigua plaza Zgody (Plaza de la Paz) era donde debían esperar los judíos a ser trasladados al campo de concentración. Para no estar de pie, y como no sabían el tiempo que debían esperar, cada uno se llevaba su propia silla. Aunque también cargaban con algún equipaje, se les quitaba al llegar a su tétrico destino. Los que consideraban no aptos para el trabajo eran ejecutados allí mismo.
Piotr Lewicki y Kazimierz Latak fueron quienes llenaron la plaza de sillas vacías, símbolo de esa triste espera y de lo que dejaban atrás.




Se le cambio el nombre a la plaza por el de Bohaterów Getta (Plaza de los héroes del Getto).
Farmacia del Águila: Abierta de 9.00 a 17.00 – Entrada: 10 PLN
Curiosa la farmacia, muy bien restaurada e interactiva. Desde allí Tadeusz Pankiewicz (católico) salvó a muchos judíos, escondiéndoles o bien suministrándoles medicina gratis.





Cruzamos el Vístula por el puente Bernatek que, construido en 2010, se ha convertido en el más famoso de la ciudad. 



Comemos en Kazimierz, el barrio judío. Hay muchos locales que se han recuperado y ahora son restaurantes, tiendas, negocios, todos muy modernos pero conservando el aire “decadente” de antaño.
Paseo para ver las 6 sinagogas. No se pueden visitar todas, pero están dispersas por el barrio y se ven callejeando. Hay que pagar para entrar, unos 10-15 PLN:







Hoy tenemos que recoger el coche que hemos alquilado ya que mañana tenemos que estar a las 12:30 en Auschwitz. Lo alquilamos a la compañía Express a través de la página rentalcars.com
El sitio de recogida es un poco extraño, ya que no hay una oficina, sino que un empleado nos trae el coche a la hora convenida (por lo que no se puede recoger ni antes ni después) en el aparcamiento al lado de la estación central de trenes.

Lo dejamos en un aparcamiento cerca de casa y vamos a la plaza a cenar. 

Día 05.09.16 CRACOVIA-AUSCHWITZ-WROCLAW (BRESLAVIA)

Hoy dejamos Cracovia para ir a visitar el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. 1hora 5 minutos (70 km). Hemos comprado la entrada por internet (recomendable) y nuestra visita, en español, empieza a las 12.30. El tour cuesta 300 PLN.

Se visita Auschwitz y Birkenau II. Se va de uno a otro en autobús. La visita es sobrecogedora. Muy explícita y con muchas fotos. Una visita, en fin, que te deja acongojado. Entramos por la famosa verja con el rótulo “Arbeit macht frei” (el trabajo os hará libres), vemos los barracones donde dormían, las diferentes estancias, los hornos crematorios y las cámaras de gas. La guía no escatima detalles escabrosos. Al final, nos podemos quedar el tiempo que queramos antes de volver en el autobús, pero se pone a llover muy fuerte y nos vamos corriendo.




















Comemos en una especie de pizzería que hay en los alrededores y sobre las 16.30 salimos hacia Wroclaw (Breslavia) 2 horas 25 minutos (227 km). Capital de la Baja Silesia, y situada a orillas del río Odra, consta de varias islas y un estilo arquitectónico con influencias bohemias, austríacas y prusianas, que vemos sobre todo en la magnífica Plaza del Mercado.

Llegamos y vamos directamente al apartamento que hemos alquilado: en una esquina de la plaza Solny, muy cerca de la Plaza del Mercado. Hoy viene Azucena, así que estaremos los 5 juntitos después de un montón de años. Llega sobre las 8, y otras vez; besos, abrazos, que delgadas estás, tu también......

La primera visita es, sin dudarlo, la Plaza Mayor (Rynek). Nos encantan los edificios que hay en ella, todos diferentes, pero harmoniosos.







Damos un paseo hacia la Isla de Arena (Wyspa Piasek). Son unos 15 minutos andando y cruzamos el casco antiguo. Llegamos al río y ya no lo cruzamos. La noche es placentera y las luces se ven muy bonitas. De camino, vamos buscando los gnomos de Wroclaw. Son figuritas de gnomos en diferentes atuendos, profesiones, solos, con otros gnomos. Son muy graciosos. Se basan en los duendes krasnoludek del folclore polaco.

Nos sentamos en una terraza a tomar una cerveza y disfrutamos de las campanas de las iglesias, que nos tocan melodías religiosas ampliamente conocidas por casi todos…
Cenamos en una pizzería, ya que casi todo está cerrado. Cenamos muy bien, a base de pasta y ensaladas. Después nos sentamos en una terraza a tomar una copa, ya que hoy es la celebración oficial del cumpleaños de Pili.

Día 06.09.16 WROCLAW-POZNAN

Madrugamos y desayunamos en el apartamento, que tiene muy buena vista de la plaza. Pili tiene que coger el avión de vuelta y se tiene que ir a las 11.00. Para más comodidad, queda con un taxista que la llevará al aeropuerto en unos 20 minutos, por 80 PLN.

Atravesando calles diferentes a las de ayer, salimos otra vez al río por la puerta al lado de la Universidad. Un puente nos lleva a la Isla de Arena (Wyspa Piaskova), con la Iglesia de la Virgen María de la Arena (Kościół Najświętszej Maryi Panny na Piasku) y luego cruzamos a la Ostrow Tumski (la Isla de la Catedral o Barrio Eclesiástico), donde visitamos la Catedral de San Juan Bautista y subimos a la torre (afortunadamente, en ascensor), desde donde hay una estupenda vista de la ciudad. También vemos la Iglesia de Santa Cruz y San Bartolomé, el Palacio Sufraganów y el edificio del Museo de la Archidiocesano.









Regresamos al centro por el Puente de la Paz (Most Pokoju) y encontramos un mercado. Sin poder resistirlo, entramos y nos deleitamos con las frutas, verduras… Compramos pepinillos en vinagre, moras y kabanitos, unas salchichas muy delgadas, especiadas y muy ricas.





Ya de vuelta, Pili se va al aeropuerto y nosotros seguimos con nuestra visita: el Ayuntamiento (Ratusz), con su reloj astronómico, y el resto de la Rynek (Casa de los Pescadores, Casa de la Balanza…).
Callejeamos un poco para ver las casas de Hansel y Gretel, unidas por un arco barroco de 1728 y sus gnomos al lado: especialmente para Carme, ya que son dos bomberos en plena acción, la Iglesia de Santa María Magdalena, y un poco más alejado, el Panorama Raclawicka (no entramos, pero parece que sí merece la pena).











Sobre la una nos vamos hacia Poznan; en la Oficina de Turismo nos recomiendan pararnos en (no recuerdo el nombre), por ser un pueblo medieval muy bonito. Nos paramos pero no nos parece nada especial. Comemos de pic nic en un parquecillo y tomamos un té en una terraza. Debajo hay una tienda de chinos y aprovechamos para comprar un cuchillo, que buena falta nos hacía (ya no habrá que atacar el fuet a mordiscos).

Llegamos a nuestro destino y vamos al apartamento a dejar las maletas. Salimos a dar una vuelta, solo callejear. Nos topamos con las cabras de Poznan (Pomnik Koziołków), en la calle Klasztorna, cerca de la Iglesia de San Estanislao (Kosciol Farny Sw. Stalislawa). La leyenda dice que un cocinero estaba cocinando un ciervo para un banquete real, pero se le quemó. Decidió sustituirlo por dos cabras, pero se le escaparon y llegaron al Ayuntamiento, donde iniciaron una pelea. El rey, divertido por el espectáculo, perdonó al cocinero y mandó construir dos cabras que desde entonces salen y pelean en lo alto del Ayuntamiento cada día a las doce del mediodía. Nosotros vimos otra estatua, de tamaño natural, en una plaza.

Damos una vuelta por la ciudad vieja: el Castillo Real (Zamek Królewski w Poznaniu), el Museo Nacional (Muzeum Narodowe w Poznaniu), el Colegio de los Jesuitas (Kolegiuk Pojezuickie), la Iglesia de los Franciscanos (Kosciol Franciskanów), aunque no entramos en ningún edificio, por falta de tiempo. Nos vamos al corazón de la ciudad: la Plaza del Mercado (Stare Rynek) con unas casas pintadas de vivios colores, muy bonitas. 











Tomamos unas cervezas en la Plaza del Mercado mientras decidimos dónde cenar. Hay mucha oferta, y nos decidimos por uno, al aire libre: nos ponemos las botas con ¡un kilo de carne variada!: salchichas, ternera, codillo de cerdo… con ensalada, vinagretas y col, que están en casi todos los platos. La carne cuesta 100 PLN, nos parece muy barato.





Quedamos muy llenos y hoy, en vez de ir a casa, las chicas quieren tomar unos chupitos, a mi no me ape nada, pero...... (me insultaron y todo).



Y después del primero, vino el segundo y después del segundo decidí unirme.




Y así empezaban a estar




Al final conseguí llevarlas para casa, pero allí continuó y así terminó




Que dura ye la vida del viajeru. La verdad es que hubo muchas risas, pero veremos mañana que panorama me encuentro....

Día 07.09.16 POZUN-TORUN-GDANSK

Este zurullo es Marta durmiendo la mona de ayer



Desayunamos y nos ponemos en marcha



Salimos hacia Torun, cuna de Nicolás Copérnico. Se tardan unas 2 horas y media. (155 km)
Las carreteras están, en general muy bien. Hay muchas obras de mejora y en algún momento se producen atascos. No hay ningún problema para la conducción. El precio de la gasolina, a 1.19 Euros aproximadamente. Nos sorprende no ver carteles de límite de velocidad, que parece ser de 100 km/hora.
Paramos en un pueblo que nos han recomendado en la Oficina de Turismo. Solo a dar un paseo y tomar un café, pero no es nada del otro mundo (no me acuerdo del nombre del pueblo. Creo que es donde yo me tomé una sopa).

Llegamos a Torun a la hora de comer y dejamos el coche en un aparcamiento. Muy cerca hay un restaurante que es, de hecho, una cadena que se llama Pierogarnia y, como su nombre indica, se especializa en pierogis, las empanadillas o “dumplings”. Pedimos una fuente variada, pero no pedimos los hechos al horno, sino solo los hervidos, de lo que nos arrepentimos al verlos en otras mesas…

Visitamos la ciudad: Cómo no, el Ayuntamiento (Ratusz Staromiejski). Alrededor de la plaza vieja del mercado encontramos el monumento a Copérnico, la estatua del perro Flisaka (extraído de un cómic polaco muy popular), la estatua de Filuska (el violinista de las ranas: una especie de flautista de Hamelín) y el burro de bronce (donde antiguamente, siendo el burro todavía de madera, se apaleaba públicamente a los maleantes). Aquí compramos el dulce de gengibre (Piernik), típico de la ciudad, muy bueno. 











También comprobamos la bondad de los polacos al cruzarnos con una pareja que nos pregunta “Are you Spanish?” al contestarle, asombrados, que sí, el chico se dirige a mi y me pregunta “Are you del pozo?” Nos quedamos flipando y nos dice que a unos metros han encontrado mi DNI, la tarjeta de crédito y una neurona cantando el Asturias Patria Querida (esto es de Marta), y que lo han dejado todo en un puestecillo de policía turística de la plaza. Nos acompañan y recogemos los documentos. ¡Qué suerte haberlo perdido aquí y no en otro sitio! y además que el chaval me hubiese reconocido por la foto del DNI que ya tiene unos cuantos años, eso quiere decir que sigo igual jejeje. Historia increible

También visitamos la plaza Staromiejski, la casa de Copérnico, la Iglesia de San Juan y las Defensas de la Ciudad (murallas y puertas). Aquí hacemos la prueba para ver si somos pecadores: hay una torra inclinada y el que sea capaz de aguantarse tieso con los brazos en alto y los talones pegados a la pared, es porque está libre de pecado. El resultado, os lo podéis imaginar… risas y más risas ¡cómo fallan estas leyendas!!


Salimos hacia Gdansk.  1 hora 45 min. (169 km)

Llegamos a Gdansk y vamos a buscar el apartamento que hemos alquilado. Está muy cerca de la Oficina de Turismo el Dlugi Targ (Mercado Largo) no recuerdo el nombre de los apartamentos.

Damos un paseo nocturno por la Dlugi Targ y nos sentamos a tomar unas cervezas y cenar en uno de los muchos restaurantes de la calle. Cenamos otra vez muy bien, y la temperatura sigue siendo estupenda para cenar en la terraza.







Día 08.09.16 GDANSK

Desayuno en casa: el apartamento está en una planta baja, pero tiene dos niveles. Podemos salir fuera a tomar el cafetín y fumar y tomar la fresca.

Salimos a ver Gdanks, que promete:
La primera visita es a la Oficina de Turismo, donde nos proveemos de mapas de la ciudad.
Pasamos por delante de la Fuente de Neptuno, que está en frente de la Corte del Rey Arturo. Nos dirigimos al este por la Dlugi Targ (calle del Mercado Largo) hasta la Puerta Verde (Zielona Brama). Al cruzarla estamos a orillas del río Motlawa. Tomamos la izquierda y vemos que se trata de un paseo marítimo muy animado, con restaurantes, tiendas de recuerdos y un barco pirata con el que se puede hacer un crucero por el río (no lo hicimos).













Pasamos por delante de varias puertas y por la Puerta de Santa María (Brama Mariacka), entramos a la calle del mismo nombre. La que parece ser la calle más pintoresca de Polonia está a estas horas de la mañana muy tranquila, pero se nota el encanto en las fachadas, muy originales, cafés muy tranquilos… por la tarde se llena de artistas y las tiendas de ámbar sacan mesas a la calle con joyas y todo tipo de objetos de ámbar.
Decir que el ámbar es producto importante en la zona. El “oro del Báltico” tuvo su esplendor en los siglos XVI y XVII, con gran cantidad de talleres que producían desde joyas hasta muebles por encargo de los ricos europeos. Las dos grandes guerras dejaron Gdanks sin un solo taller, pero hoy en día se ha recuperado, conociéndose la ciudad como la “capital mundial del ámbar”.
Entramos a ver la Basílica de Santa María (Bazylika Mariacka), el que se dice que es el templo de ladrillo más grande del mundo. Realmente desde fuera no se aprecia la amplitud de su interior. Alberga 30 capillas, unas 300 lápidas, una réplica de El Juicio Final de Memling y un extraordinario órgano barroco. También destaca, tanto por su tamaño como por su rareza, el enorme reloj astronómico del siglo XV colocado en el crucero norte.
Pasamos por la Capilla Real (Kaplica Królvewska), la Fuente de los Cuatro Cuartos (Four Quartes Fountain; Fontanna Czterech Kwartalow), con cuatro leones apostados en cada esquina de la fuente, el Convento de los Padres Dominicos (Klasztor Ojców Dominikanów), la Torre de  San Jacinto (Basta Jacek), el Mercado (Hala Targowa) para llegar a la bonita zona del Kanal Raduni, donde están la Iglesia de Santa Catalina (Kosciol Sw Katarzyni), la Iglesia de Santa Brígida (Kosciol Sw Brygidy), el Gran Molino (Wielki Mlyn) y el Antiguo Ayuntamiento (Ratusz Staromiejski), una joya renacentista que hoy alberga el Centro Cultural Mar Báltico.
Seguimos hacia el norte, esta vez siguiendo los pasos de la historia: nos vamos a la zona de los astilleros de Gdansk (Stocznia Gdanska). Fundados en 1946 y conocidos como Astilleros Lenin desde 19667 hasta 1989, fue aquí donde empezaron las huelgas y protestas contra el régimen comunista. Las manifestaciones de 1970 fueron brutalmente aplastadas, pero una década más tarde Lech Walesa, un electricista de los astilleros propició la creación del movimiento Solidaridad, que en última instancia llevó a la democracia a Polonia.
Lo primero que visitamos (después de perdernos sobre las vías del tren), es el Monumento a los Trabajadores Caídos de los Astilleros (Pomnik Poleglych Stoczniwcow), en la Plaza de la Solidaridad, que recuerda a los obreros asesinados en las revueltas de 1970.




Consta de tres cruces de aluminio de 42 metros de altura con una serie de bajorrelieves en sus bases. Detrás está el Centro Europeo de Solidaridad, que recuerda un almacén minero (Nacho, es el edificio que se copiaron de Asturias), y donde se repasa la historia y los logros del movimiento Solidaridad, surgido en Gdansk en 1980 (sigue existiendo como sindicato), cuyo líder, Lech Walesa llegó a la Presidencia del Gobierno polaco 10 años más tarde.
No seguimos hacia los astilleros porque parece que no hay nada más interesante para el turista.
Decidimos coger un taxi e ir a la ciudad costera de Sopot, famosa por sus playas y balnearios. Aquí nos encontramos con hotelazos como el Sheraton o el Sofitel. Comemos un pescado delicioso en uno de los restaurantes al lado del inicio del embarcadero. 





Después nos adentramos en él, previo pago, y damos un paseín por la playa.









Vemos que hay un barco que hace la ruta de vuelta a Gdansk, pero no nos acomoda el horario, así que volvemos a coger un taxi.
De vuelta a Gdansk pasamos por el Gran Arsenal (Wielka Zbrojownia), una joya arquitectónica a pesar de sus usos militares, la Torre de la Paja (Bazsta Slomiana), la Puerta Delantera (Przedbramie), la Puerta Alta (Brama Wyzynna), y la Puerta Dorada (Zlota Brama).











Atravesando la Dlugi Targ volvemos a orillas del río y subimos a la noria, que nos proporciona una bonita panorámica de la ciudad. 




Aunque no hemos ido andando, vemos el Museo Marítimo Central y el barco MS “Soldek”, el primer barco construido en Polonia, y ahora museo.  Azucena y Marta van a curiosear las tiendas de ámbar, y algo cae…
Nos queda por ver de cerca la Grúa de Gdansk (Zuraw Gdanski), pasada la puerta del Espíritu Santo (Brama Sw Ducha), a orillas del río. Construida a mediados del siglo XV, servía para cargar grandes pesos en los barcos atracados en el río. Constaba de dos ruedas de 5 metros de diámetro cada una a modo de polea, con una rueda atada al eje que se movía con personas andando por el perímetro interior cual hamsters en una rueda. Podía levantar pesos de hasta 2.000 kilos. Fue destruida en 1945, pero reconstruida fielmente después de la guerra. Ya no se usó más, sino que se fundó un museo. No entramos, aunque se ven las polea y las cuerdas en la base.




Ya nos quedamos por el paseo a tomar una cerveza y cenar, hoy también a la fresca. Sigue haciendo un tiempo estupendo.








Día 09.09.16 GDANSK-MALBORK-VARSOVIA


Hoy madrugamos para llegar sobre las 9.00 al castillo de Malbork (Marienburg, castillo de María). 1 hora 5 min (68 km)
La entrada cuesta 39,50 PLN (audioguía en español incluida) y la visita nos lleva unas dos horas. Nos decepciona un poco, ya que en general el castillo está bastante vacío de muebles, sólo son estancias y las explicaciones prolijas.
A orillas del río Nogat, afluente oriental del Vístula, fue construido por los caballeros teutónicos y fue su cuartel general durante casi un siglo y medio.














Sobre las 11.30 salimos hacia Varsovia. Unas 4 horas (311 km)
Volvemos por la misma ruta que ya hicimos para llegar a Gdansk porque a pesar de ser más larga, va por autopista/autovía y parece que será más corta. No contamos con las obras y atascos varios, que nos retrasan un poco.
Paramos a comer nuestro pic nic de arenques (Herrings) en diversas salsas a orillas de un río, que además tiene una cafería al lado y podemos tomar un café de postre.






Después del cafe, continuamos ruta hacia Varsovia, cuando llegamos nos encontramos con la misma situación para devolver el coche: no hay oficina, sino un punto de encueno en un aparcamiento, también al lado de la estación de tren.

A la hora convenida recogen el coche, nos despedimos y cogemos un taxi para ir al apartamento. Incluso al taxista le cuesta un poco encontrar el edificio, pero al final lo encontramos y resulta ser un apartamento muy bien situado, amplio y luminoso…. También un poco ruidoso porque da directamente a la Plaza del Banco (Plac Bankowy).
Nos vamos andando hasta la Ciudad Vieja (Stari Miasto), a unos quince minutos. Vemos un poco el ambiente, pero ya es hora (y hambre) de cenar, así que elegimos uno de los muchos restaurantes de la Plaza de la Ciudad Vieja (Plac Zamkowy), con vistas a la Columna de Segismundo.
Comemos codillo de cerdo, embutidos varios, y de postre un chupito que parece ser de invitación pero no es,  y acaba costándonos como cinco euros la copita. ¡Jolín!

Día 10.09.16 VARSOVIA

Amanece otro maravilloso día de sol y de calor.
Sólo tenemos un día en Varsovia (Karme no, porque se queda un día más), así que tenemos que elegir las visitas que haremos.
Nos vamos hacia el Centro de Varsovia, con sus amplias avenidas y edificios clásicos, cuya calle principal es la Krakowskie Przedmiescie.
Empezamos la visita por la estatua de uno de los más célebres polacos: Nicolás Copérnico (Pomnik Mikolaj Kopernika), que se erige delante del Palacio Staszic, la sede de la Academia de Ciencias de Polonia. Existen réplicas de esta estatua en Montreal y Chicago.
Más adelante encontramos la Iglesia de la Cruz Sagrada (Kosciol Sw. Krzyza), en cuyo interior se halla, encerrado en una urna (que no se ve) el corazón del compositor Frederic Chopin. Se puede leer un epitafio en su honor en una de las columnas.
Siguiendo hacia el norte, vemos la Universidad de Varsovia, la Iglesia de la Visitación, varias iglesias y estatuas de polacos prominentes, así como el Palacio Radziwitt, ahora Palacio Presidencial (cerrado al público), en frente del cual se encuentra la estatua ecuestre del príncipe Józef Poniatowski.
A la altura del Gran Teatro – Ópera Nacional (Teatr Wielki – Opera Naradowa) encontramos la estatua de Adam Mickiewicz (Pomnik Adama Mickiewicza). Es EL poeta y patriota polaco, cuya obra marca el comienzo del Romanticismo en su país. Se le conoce sobre todo como el autor del poema dramático Dziady y la epopeya nacional Pan Tadeusz.
Siguiendo nuestra ruta, llegamos a la Ciudad Vieja (Stare Miasto). Presidida por la Columna de Segismundo (Kolumna Zygmunta),la Plac Zamkowy nos ofrece el espléndido edificio del Palacio Real (Zamek Krolewski), y a su espalda, un poco escondido, nuestro Vístula querido, que hemos seguido fielmente en nuestro viaje.
Subimos a la torre de la Iglesia de Santa Ana (Kosciol sw Anny), desde donde disfrutamos de una espléndida vista de la plaza.
Paseamos por la Stare Miasto, perdiéndonos por sus callejuelas y plazas hasta llegar a la Barbacana y la Iglesia del Espíritu Santo.
Bajando por la calle Dluga llegamos a la Plac Krasinskich, donde se encuentra el Monumento al Levantamiento de Varsovia (Pomnik Powstania Warszawskiego), grupo escultórico en bronce que representa a los combatientes del Arnia Krajowa (AK, Ejército Nacional), que conmemora el 45 aniversario del levantamiento de Varsovia.















En frente se encuentra la Catedral castrense del Ejército Polaco (Katedra Polowa Wojska Polskiego), en cuyo interior numerosas placas recuerdan a los caídos por la patria.
Volvemos sobre nuestros pasos y desde la Barbacana cogemos la calle Freta para pasar por delante del Museo de Marie Sktokowska-Curie, la Iglesia de las Hermanas del Santísimo Sacramento (Klasztor Benedyktynek-Sakramentek), y finalmente llegar a la Plaza de la Ciudad Nueva, donde nos sentamos a degustar nuestro último almuerzo polaco. En terraza, en la plaza. El tiempo sigue espléndido (¿incluso demasiado caluroso?)




De postre, nos compramos un Kürtöskalács, una pasta dulce, que se hace enrollando la masa en un cilindro que se pone al fuego y se hace girar. Los hay de diferentes sabores. La tienda tiene una abertura para pedir, pero no se puede entrar. De hecho, el horno donde se hace todo está a varios metros por debajo de nosotros. Es una tienda curiosa. El dulce está rico, pero es una masa bastante pesada… mejor nos compramos un helado, que aquí también están muy ricos!!!  

Damos el último paseo por la ciudad









Volvemos al apartamento, para hacer el equipaje. Delante de casa hay una parada de taxis y preguntamos a un taxista con el ánimo de reservar el traslado al aeropuerto de mañana. Empieza por un precio demasiado alto hasta llegar a 180 PLN, que todavía nos parece caro. Decidimos que ya buscaremos a otro taxista más tarde o mañana...
Cuando volvemos a salir para nuestro último ágape, preguntamos a otro taxista y nos dice de mano 200 PLN. Intentamos regatearle pero no hay manera, así que, con cara de haba y todo, le contratamos para el día siguiente. Nota: 200 PLN es el precio medio recomendado en blogs y guías.
Cenamos otra vez en la plaza (no recuerdo dónde), y por ser la última noche, nos tomamos una copa en un bar latino. Tiene terraza y se está muy bien. 




Día 11.09.16 VARSOVIA-MADRID-GIJON

Nos levantamos y nos despedimos de Karma ya que ella se queda solita un día mas, que morro.
Azucena, Marta y yo pillamos el taxi a 7 de la mañanna para ir al aeropuerto Modlin de Varsovia, donde llegan y salen los vuleos de las compañías de bajo coste, son unos 40 minutos.

Llegamos a Madrid y nos despedimos ya que ellas se quedan aquí y yo sigo rumbo a Gijon.

Nos gustó muchísimo el país. Tuvimos suerte con el tiempo ya que hizo sol prácticamente todos los días y pudimos aprovechar las terrazas de las ciudades que suelen ser muy bonitas. La gente en general también fue muy amable. La verdad es que te pones a leer un poco de historia sobre Polonia y es la leche, los pobres han recibido tortas de todo el mundo, y no solo en la segunda guerra mundial sino mucho antes. También hay que decir que la mayoría de las ciudades están reconstruidas ya que muchas de ellas, como Varsovia, fueron destruidas durante la segunda guerra mundial, así todo merece mucho la pena y es un viaje que recomiendo y además en general bastante barato.

Las compañeras de viaje, estupendas como siempre. Prestó mucho volver a juntarnos los 5 aunque solo fue una noche.

Y ahora a preparar el viaje a Madagascar que nos vamos el mes que viene, esto es un sinvivir

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