Durante el vuelo, el capitan anuncia que se puede ver el Everest, así que saco alguna foto. Las vistas desde el avión son una auténtica pasada. Que bien, en este viaje he visto el Everest desde tierra y desde el aire. Se podrá ver desde el mar???? porque allá que voy.
Llego a la ciudad de Paro, que es donde está el único aeropuerto del país.
Allí están esperándome el guía (Tendin) y el chofer (Noro) con los que haré la ruta por Bután. Espero que resulten majos porque vamos a estar una semana los tres juntitos. Es lo malo que tiene Bután, que no te dejan hacerlo por libre, tienes que contratar todo a través de una agencia del país.
La primera impresión es una maravilla. Sin coches, sin ruidos, rodeado de montañas, un día precioso y con calor, pero bastante soportable, ya que estamos a 2.200 mts de altura, así que por la noche hará frio.
Me llevan directamente a comer y luego salimos en dirección de Thimbu, que es la capital del país. Thimbu está a unos 80 km. Pero se tarda una hora y media.
A la salida de Paro, están practicando el hobby nacional, que es el tiro con arco. Tienen que darle a una diana de unos 10 cm de ancho desde una distancia de 130 mts. Algo dificilísimo (o al menos para mí).
Así lo celebran cuando le dan a la diana.
Aquí durante el trayecto, que es precioso.
Llegamos a Thimbu, y damos una vuelta para ver un poco la ciudad.
y para el hotel.
Me sorprende el hotel, porque está muy bien y en el centro. Es otra de las cosas de Bután, que no pude elegirlo y pensé que me meterían en hoteluchos, o al menos eso pensaba
Me relajo un poco y salgo a dar una vuelta.
La verdad es que la ciudad tampoco es para tanto, lo más llamativo es la vestimenta de la gente y monjes budistas por todos lados.
Ceno en el hotel y a dormir.
Día 27 (24.10.10) THIMBU
A las 9 me vienen a buscar y empezamos la ruta.
Primero subimos al templo de CHANG GANKHON, desde el que se divisa todo el valle de Thimbu.
A este templo se suele traer a los niños una vez al mes, ya que hay un Buda que se supone es el protector de los niños.
Luego vamos a ver el animal típico del país que se llama TAKIA, la verdad es que es rarísimo, es una mezcla de vaca y cabra.
Aquí los cuidadores.
En la bajada, paramos en el templo ZILUKHA NUNNERY, que es solo de monjas.
En la bajada paramos a ver a mujeres jugando a los dardos, bueno por decirlo de alguna manera ya que la diana la tienen a 50 mts.
Damos un paseo por el mercado
El traje típico de los hombres es de lo mas curioso. Es como una especie de bata que puede ser de diferentes colores. Luego llevan unos zapatos inmaculados de limpios y los calcetines subidos hasta la rodilla, sin que se vea nada de pierna.
y comemos por allí. Tengo que decir que las comidas son muy buenas, y mucha cantidad. Suele haber pollo, carne y mucha variedad de vegetales y el plato típico del país que es chili con queso, esto según me dicen, lo voy a encontrar en todas las comidas y además se ven los chilis colgados de muchas casas secando al sol.
Por la tarde fuimos a ver un museo textil y otro de artesanías, nada del otro mundo.
Después al templo de TASHI CHOZONG.
Los Bhutanes, tienen que ponerse una bufanda blanca para entrar en los templos o en los monasterios
Otra cosa curiosa de los monasterios, es que la mitad son oficinas del gobierno y la otra mitad viviendas para los monjes.
Día 28 (25.10.10) THIMBU-PUNAKHA
A las 9 nos ponemos en marcha rumbo a Punakha, que está a unas 3 horas de Thimbu.
En el camino se pasa por el paso de DOCHULA, que está a 3.050 mts. de altura. Hacemos una parada para ver las estupas y un pequeño monasterio.
Paramos a comer en CHIMI LHAKHANG, un sitio precioso, ya que desde el ventanal del restaurante tienes unas vistas a un pequeño monasterio y a un pueblin.
Después de comer hacemos una caminata hasta el monasterio, que tiene el mismo nombre.
Otra curiosidad, es que pintan penes en la paredes de las casas como símbolo de fertilidad para los que viven en ellas. En este pueblo casi todas las casas tienen uno pintado, y de que tamaño.....
Damos una vuelta por el pueblin.
Aquí están friendo arroz para luego venderlo.
Ponemos rumbo al Monasterio de Punakha.
Es impresionante. Está entre dos ríos, que según me cuenta Tendin (el guía), una rama del río está considerada como la hembra y la otra el macho, y a partir de la unión hombre y mujer se unen en un solo ser.
Cómo ya había dicho, la mitad del monasterio son oficinas del gobierno, y la otra está habitada por monjes.
Después vamos al hotel, que es precioso, se llama “Meri Puensum”. Está en lo alto de la montaña con unas vistas espectaculares.
Tanto Tendín como Noro están resultando muy majos y muy amables, además me cuentan un montón de historias muy interesantes, y la pena es que son tantas que se me olvidan.
Ceno en el hotel, y luego salgo a la terraza a tomar un té y fumarme un cigarrito. Por cierto, en Bután no se puede fumar en ninguna parte, es más, está bastante mal visto.
Día 29 (26.10.10) PUNAKHA-THIMBU
Esta es mi habitación y las vistas que tengo. Genial para tomar el primer cafetín de la mañana.
Hoy, según el itinerario tendríamos que ir a GANGTEY y dormir allí, pero según me dicen no hay habitación, así que Tendin me recomienda visitar más templos de la zona y luego volver a Thimbu a dormir, así que acepto.
Primero vamos al Templo de KHAMSUM YUELE CHORTEN, que está en lo alto de una montaña. Cuando lo vi desde abajo, y todo lo que había que subir a pata, casi se me quitan las ganas de verlo, pero no.
Tardamos como 45 minutos en subir, al final no fue para tanto y además mereció mucho la pena, ya que las vistas son preciosas.
Bajamos y fuimos a comer donde el día anterior.
Continuamos camino para ver el templo de WANGDIPHODRANG, que está en lo alto de una montaña (aquí llegamos en coche).
Dimos una vuelta por el pueblo
Y de vuelta a Thimbu.
Día 30 (27.10.10) THIMBU-PARO
Por la mañana fuimos a la escuela de artesanías. Son estudiantes que aprenden a hacer esculturas, pinturas, telares, etc.
La verdad es que estuvo más interesante de lo que pensaba.
Luego vimos la típica casa local. Un poco como el pueblu de Asturies en la feria de muestras.
Y salimos rumbo a Paro.
Aquí una parada en un control y cómo casi no tengo fotos, pues a sacar alguna mas. El sitio lo merecía.
Llegamos a Paro, que es la ciudad más bonita de Bhután
Esta es la típica comida que te ponen. Son varios platos diferentes y normalmente hay arroz, dos tipos de vegetales diferentes, dos tipos de carne y noodles. Y por supuesto siempre los chilli con queso.
Por la tarde vamos al Museo nacional. Nada del otro mundo. Lo mejor, las vistas de la ciudad.
Luego vamos al Monasterio de RIMPUNG, que está un poco mas abajo.
Damos un paseo por el pueblo, y como se puede ver, la mayoría de las casas tienen el chilli colgado secando al sol.
Y luego al hotel que está en lo alto de una montaña. También esta genial.
Día 31 (28.10.10) PARO
Hoy toca la visita principal del viaje, que es el monasterio de TAKTSANG, también llamado el nido del Tigre.
Está en lo alto de una montaña y hay que subir a pie 800 mts. Así que un buen desayuno acompañado de una buena mentalización para la paliza que me espera. Según dicen suelen ser unas 4 horas de subida.
Llegamos a la base, y el monasterio parece que está lejísimos, pero bueno, con un poco de calma todo se consigue.
Empezamos la subida y hay mucha más gente de la que me imaginaba.
A la hora llegamos a un mirador precioso. Paramos a tomar un té y descansar un poco. En este punto se suele quedar la mitad de la gente. Menos mal, porque hay demasiada, además hay que gente que sube a caballo y en algunos momentos, la caminata parece una romería.
Llegamos a otro mirador, donde hay una escuela de budista y desde el cual ya tenemos enfrente el Monasterio. Que pasada, la verdad es que lo estoy disfrutando mucho y la subida la llevo muy bien (si es que cada día estoy más atlético).
El final es un poco lo peor, porque hay que bajar mogollón de escaleras y luego volver a subirlas, pero es muy bonito ya que hay un rio y una cascada.
Por fin llegamos. Al final me llevó dos horas clavadas y MERECIO MUCHISIMO LA PENA.
Dentro del monasterio no dejan sacar fotos, pero bueno, lo guapo es la subida y las vistas, ya que el monasterio por dentro es más o menos como todos los que vi hasta ahora.
Otra vez las escaleritas, pero una vez terminadas ya es todo cuesta abajo.
Paramos a comer en el bar que estaba a medio camino. Pedí una cerveza, me senté allí a contemplar el monasterio y tengo que decir que “este fue mi momento del viaje en Bhután”. Me sentí en la gloria, fue uno de esos momentos que ya no olvidaré.
Aquí una foto de lo que veían mis ojos, con una cerveza en una mano y un cigarrito en la otra.
Comí allí, luego cafetín, uffff de verdad que impresionante.
Empezamos la bajada, que fue casi más dura que la subida, ya que apretaba el calor y tenía los pies “en su propio jugo”, menos mal que fue rápida.
Cómo eran las 2 de la tarde, Tendin me dijo que si no estaba cansado podíamos ir a ver un par de monasterios más, ya que desde uno de ellos, y con el día tan despejado que tenemos, se puede ver la segunda montaña más alta de Bután, el monte JHOMOLHARI que está a 7.314 mts de altura, por supuesto yo le dije que sí.
El monasterio llamado DRUKGYAL, fue destruido hace años por el fuego, y tampoco merece mucho la pena verlo, pero las vistas sí. Efectivamente ahí tenemos delante de nosotros el Jhomolhari, que bonito está.
Y por último, fuimos a ver el templo más antiguo de Bután, el KYICHU LHAKHANG.
Volvemos al hotel y allí estamos un ratin charlando sobre el viaje y contándome más historias. La verdad es que tanto Tendin como Noro fueron encantadores, además como ya dije, no paraban de contarme historias y anécdotas muy interesantes sobre todos los templos que íbamos viendo, ya que cada uno tiene su historia.
Llego a la habitación, me doy una ducha de media hora bajo el chorro de agua caliente y a escribir un poco el blog.
Pensé que iba a estar mucho más cansado de lo que estoy, quizá sea que como disfruté tanto el día, hace que me sienta mejor.
Día 32 (29.10.10) PARO-PHUNTSHOLING-JAIGON (INDIA)
Hoy hay que madrugar, ya que me llevan a la frontera con India y aunque solo son 160 km. Se tarda más o menos 7 horas. No quiero ni pensar cómo tiene que ser la carretera.
Este es el hotelito de Paro, una pasada de bonito.
A las 8 salimos rumbo a la frontera, y efectivamente la carretera está hecha una mierda. De hecho estuvimos parados casi una hora porque la estaban arreglando, y hay que ver como la arreglan, a la vieja usanza. Da pena ver a los trabajadores, que por cierto son todo indios.
Sobre las 1500 llegamos a la frontera, comemos allí y luego los trámites aduaneros, que por cierto son bastante rápidos.
Cruzan conmigo hasta la parte india, y arreglamos los trámites de entrada.
Me acompañan hasta un hotel, ya que prefiero quedarme aquí a pasar la noche y ya buscaré un medio de transporte para ir hacia Darjeeling, que es mi próximo destino.
Me despido de Tendin y Noro. Me da mucha pena porque fueron fantásticos los dos y nos contamos mutuamente mogollón de historias, especialmente ellos, aunque la putada es que no me acuerdo de la mitad, pero bueno que se le va a hacer, es imposible acordarse de tantas historias de templos y costumbres de las gentes, pero bueno, alguna cosilla guardaré en la memoria (eso espero).
Bhutan me pareció un país precioso. Mucha montaña, naturaleza, limpio, casas preciosas y gente muy amable y sonriente, tipo a los tibetanos, aunque en realidad muchos de ellos son descendientes de ellos.
Creo que es un país demasiado caro para lo que ves, ya que pagar 150 euros al día es un precio muy elevado y existen sitios "parecidos" muchos mas baratos.
Bhutan siempre tuvo fama de tener un turismo "exclusivo", primero por el precio y segundo porque hasta hace poco tiempo solo dejaban 2.000 turistas al año. Según me contó Tendin, ahora tienen una media de 30.000, que tampoco son muchos, sobre todo si lo comparamos a España que tiene una media de 60 millones. El problema es que todos estamos en los mismos sitios, con lo cual, muchas veces lo único que ves son turistas, como paso en la subida al monasterio de Taktsang, que a pesar de que es una auténtica maravilla, parecía una romería y eso hace que pierda un poco de encanto.
También hay que tener en cuenta, que yo solo estuve una semana, con lo cual ví lo mas importante, o al menos, lo que se puede ver en 7 días, en consecuencia, lo mas turístico.
Asi todo, no me arrepiento para nada, ya que disfruté un montón de esta semanita, y mi momento "cerveza y cigarrito" viendo el monasterio de Taktsang, no me lo quita nadie.
Y sobre todo, gracias a Tendin y Noro, que hicieron que el viaje resultara fenomenal.
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