GUATEMALA

Dia 17 (14.10.08) PANAJACHEL (LAGO ATITLAN)



Panajachel es un pueblo a orillas del Lago Atitlan. Lo interesante de aquí es recorrer los pueblos que están alrededor del lago.
















Por la mañana cogemos el barco que hace el recorrido por los tres pueblos principales, primero vamos a San Pedro, luego a Santiago de Atitlan y por último a San Antonio de Popola.










El recorrido es precioso, aunque el barco un poco lento.









Los tres pueblos merecen, pero sobre todo Santiago, que incluso apetece quedarse una noche a dormir. Es un pueblo muy guapo y las gentes van vestidas con los trajes característicos del lugar. Es otro de los sitios, donde solo el sentarte a observar a la gente, te hace pensar que estás en otro mundo.

(fotos de rosa)

Dia 18 (15.10.08) PANAJACHEL-ANTIGUA

Salimos por la mañana rumbo a la ciudad de Antigua, con una parada en Solola para ver el mercado.

Joer parece que todo el dia estamos de mercados, pero es que merecen mucho la pena. Ver el colorido, las gentes, los atuendos, en fin todo en general.

Despues continuamos viaje hacia la ciudad de Antigua.

(foto de campanilla)

Dia 19 (16.10.08) ANTIGUA-GUATEMALA CITY-FLORES

Dormimos en el hotel aurora, muy recomendable. Una casa estilo colonial con un patio precioso (pa mis cafes de por la mañana)

(foto de fer)

(fotos de campanilla)

Antigua en una ciudad también colonial, pero mas pequeña que San Cristobal. Como todo este tipo de ciudades lo que apetece es patearlas, y como no, ir al mercado (ya vamos cansando de tanto mercadito).

Despues nos vamos para el aeropuerto de Guatemala City que esta como a una hora de Antigua, para coger un avión rumbo a flores.

El vuelo muy bien y todo en hora. Llegamos y esta lloviendo a mares, asi que vamos directamente para el hotel “la casona de la isla” y a cenar al resturante luna, fenomenal.

Dia (17.10.08) ISLA DE FLORES-TIKAL-ISLA DE FLORES

Por la mañana salimos en dirección de las ruinas de Tikal que esta como a una hora de flores.

Una pasada de sitio, tipo Palenque, todo rodeado de vegetación y caminitos para llegar a las ruinas, parecía que andabas por la selva (bueno en realidad andábamos por ella).

Las chicas tuvieron la gran idea de contratar un guía (a nuestro pesar), el cual nos fue contando toda la historia del lugar y enseñándonos cosas que solos no hubiésemos visto.

Estuvimos como 4 horas pateando, hasta que empezó a llover, pero de que manera, asi que a toda leche para la salida, y de paso aprovechamos para comer allí.

Resto del dia de relax en hotel porque era imposible salir por la lluvia.

Dia 21 (18.10.08).- ISLA DE FLORES

(foto de fer)

Dia de relax. Cogimos un barquito y dimos un paseo por el lago.

(foto de rafa)

Despues de comer dimos un pasein por el pueblo, que tampoco es nada del otro mundo, lo bonito es que esta en el lago, y solo sentarte a tomar algo en algún sitio con vistas ya merece.

Volvimos para el hotel y nos metimos todos en el jacuzzi, a soltar toda la mierda que llevábamos encima, bueno primero pasamos por la piscina, pa que lo gordo quedase allí (tenia los pies negros como el carbón y quedaron como los chorros el oro).

(foto de fer)

(fotos de campanilla y fer)

Por la noche roncito en la terraza de la habitación pa despedirnos, ya que al dia siguiente, yo tiro para Belice y rosa, campa, fer y rafa pa Cancun. Nuestra ultima noche del viaje juntos. BUAAAAAAAA.

Día 22 (19.10.08) FLORES-CASI BELECE-RIO DULCE

A 0500 nos vienen a buscar en autobús para ir todos en dirección frontera con Belice. Yo con intención de quedarme en Belice city, y el resto porque el autobús hacia Cancún, atraviesa Belice, así que hasta la capital, todos juntos.

A una hora de haber salido, el autobús se para, bajamos y cuál es nuestra sorpresa al ver que la carretera está totalmente inundada y los vehículos no pueden pasar.

En un principio nos dicen que podemos cruzar en barquito (véase foto) o a pie hasta el otro lado y luego buscarnos la vida. Íbamos como 15 en el autobús y todos decidimos que mejor regresar a Flores y una vez allí ya veríamos lo que hacíamos, así que otra vez de regreso a flores.

En Flores, tuvimos que pegarnos con la compañía para que nos devolviesen el dinero, los muy cabrones decían que no era problema de ellos y que malesh. Al final conseguimos que nos devolvieran prácticamente todo el dinero.

El siguiente dilema era, y ahora? Yo me decidí a seguir por Guatemala y bajar hasta Rio dulce para luego ir a Livingston, ya que desde allí salían barcos para Belice.

A las dos horas salía un vuelo para Cancún, pero en un principio no había plazas, pero así todo, los cuatro decidieron acercarse al aeropuerto por si acaso, así que me fui con ellos para ver lo que pasaba. Al final tuvieron suerte y consiguieron en el último minuto plaza para los cuatro.

Así que allí mismo nos despedimos, que penita, pero bueno, el momento de la despedida tenía que llegar.

Ya solito, tome un taxi y me fui para la estación de autobuses para intentar tomar alguno que saliera para Rio Dulce. A la hora salía uno, así que espere en la estación hasta la hora de salida. Allí conocí un ingles que acabada de llegar de Rio Dulce y le habían chorizado en el autobús la mochila de mano, así que mi acojone empezó a relucir. Durante las cuatro horas de trayecto fui con mochila agarrada a mi como si fuera un bebe.

Llego a Rio Dulce y ya no salen barcos para Livingston, así que me quedo a dormir allí en el Hotel Rio Dulce por 5 € a esperar al día siguiente.

Rio Dulce es un pueblo que está entre el lago Izabal y el Golfete

(pinchar en la foto para ver el mapa)

Día 23 (20.10.08) RIO DULCE-LIVINGSTON

A 0930 sale el barco para Livingston (solo se puede llegar en barco), que es el pueblo que está en la desembocadura del rio dulce.

El barco pasa por el Castillo de San Felipe.

Por la isla de los pájaros.

La travesía dura unas dos horas, preciosa.

Y por aguas calientes (aquí paran para desayunar y te da tiempo para darte un baño)

En el barco conozco a Sheila y a Jose de Nueva Zelanda, un matrimonio de jubilados que llevaban 9 meses viajando por el mundo con la mochila a cuestas (y los españoles a Benidorm), a Owa, medio danés medio nigeriano y a su novia Dee, irlandesa. Durante el trayecto estuvimos hablando de donde dormir, y al final buscamos juntos hotel. Después de mucho pateo porque el presupuesto es bajo, nos quedamos en el California por 5 €, básico pero para una noche bien. Me gusto mucho el casa rosada, son cabañas al lado del mar, pero sin baño por 10 € (mu caro hay que ahorrar).

Comemos juntos en el happy fish, yo la sopa típica del lugar, llamada “tapada” IMPRESIONANTE es de marisco pero con sabor tipo la tom yum tailandesa, hacía tiempo que no comía nada tan rico (aquí eche de menos al fer).

Livingston es un pueblo chiquitín, pero lo que más sorprende es que todo el mundo es de raza negra. A estas comunidades, que también están por el sur de Belice, se les llama garínagú, que descienden de los esclavos africanos, y tienes sus propias costumbres, que nada tienen que ver con el resto de Guatemala. Después paseo por el pueblo, pero la lluvia de las narices otra vez fastidió, así que después de estar calado hasta los huesos, volvimos para el hotel.

Yo, intentando decidir mi destino para el día siguiente, ya que Livingston con lluvia tampoco da para más. Estaba pensando entre reintentar Belice o irme para Honduras con Owa y Dee, ya que Sheila y jose se quedaban por Guatemala.

Quedamos todos para cenar. Y al final, Owa me convenció para que fuese con ellos (es que soy muy blando) hacia a La Ceiba, que es desde donde salen los barcos para ir a la isla de Roatán (honduras).

(Dee, Owa, yo, Sheila y Jose)

Día 24 (21.10.08) LIVINGSTON-BAHIA DE OMOA (HONDURAS)

A 0600 cogemos el barco para Puerto Barrios, lloviendo a mares, que está en la otra punta de la desembocadura del rio dulce y es desde donde salen los autobuses para todos los destinos. Llegamos tras una hora de barco, y allí mismo está esperando una buseta para trasladarnos hasta la frontera con Honduras y posteriormente a La Ceiba. En la buseta vamos 5, nosotros y Noa (israelí) y James (irlandés).

A una hora de camino, la buseta se para y…… SORPRESA, carretera cortada por inundaciones, no me lo podía creer. El agua había subido unos 6 metros y pasaba por encima del puente. Cojones con el agua, con la sequia que hay por el mundo.

En fin, los cinco con cara de jilipollas y de vuelta a Puerto Barrios.

Llegamos y seguía lloviendo a mares. Hablamos con el de la agencia y nos devolvió toda la pasta, pero ahora tenía otra vez el dilema, para donde voy??????? Todo inundado, todo cortado……

Allí los 5, como tontos, preguntándonos unos a otros, y tú qué haces? Pues no sé, y tú? Mientras el agua seguía cayendo como si fuera el diluvio universal.

Así estuvimos durante más de una hora. Todos los paisanos del pueblo nos decían que lo mejor era esto, el otro decía que lo otro, en fin que ni dios se aclaraba de si podíamos salir de allí o no. Uno nos dijo que nos llevaba hasta el puente, y una vez allí esperásemos a que pasase algún camión militar y montarnos en el, pero nos pareció un poco locura estar bajo la lluvia esperando, y el problema era que hacíamos luego. En fin, no muy convencidos decidimos quedarnos allí aquella noche a ver que pasaba al día siguiente. Estaba la posibilidad de irnos por carretera hacia las ruinas de copan (Honduras), pero volvíamos a arriesgarnos a que estuviese cortada, ya que los lugareños nos contaban que había habido derrumbamientos en esa carretera.

La cara de desesperación de mis nuevos amigos iba en aumento, aunque también hay que decir que hicimos muchas risas y se lo tomaban bastante bien. Yo como no tenía ninguna prisa, me daba un poco igual.

Y DE REPENTE…………………………………..

Noa se acuerda, que hacía dos días en Livingston, estuvo en un chiringuito con un Yanqui (Ken Lundy) que vivía en Roatán. Tenía un catamarán y había venido a Livingston a arreglarlo. Ken había ofrecido llevarla a ella y a James en catamarán a Roatán. Noa tenía su teléfono, así que le dijimos que le llamase por si acaso volvía hoy. La leche!!!!!!!, le dice que estaba en Livingston, y que en una hora salía para Roatán, que tardaría como tres días, y si queríamos nos llevaba por 100 USD (dólares americanos) a cada uno por los gastos, pero que la comida la teníamos que comprar nosotros.

Se nos puso una cara, mezcla alucine-locura-alegría-tontería y no sé que mas. El caso es que nos miramos los 5 y dijimos, pues ala, vamos corriendo a comprar comida para 3 días y nos vamos con él.

Mientras comprábamos la comida en el automercado, yo pensaba (mas bien no pensaba, si no, no hubiese ido) no conocemos de nada al tío, a saber si lleva algo sospechoso y terminamos todos en prisión, nos vamos a marear por el mal tiempo, etc….(pero no mucho mas), pero la idea de hacer el viaje en catamarán me seducía más que cualquier lógica posible.

Compramos comida, mucho ron y muchas cervezas, y vamos para el puerto a tomar otra vez el barco de vuelta a Livingston.

(James, Noa, Dee y Owa)

Llegamos y vamos directamente para el barco. Cuando vimos el catamarán respiramos un poco, ya que en realidad no teníamos ni idea de cómo era (pagina web de Ken). En fin que fuimos unos inconscientes de los pies a la cabeza, pero bueno, es lo que tiene el viajar de esta forma, a veces sale bien y a veces mal. Allí estaba esperándonos Ken, junto a Melisa, su jovencita novia hondureña. Teníamos un camarote para cada uno. Genial.

Sobre las 1400 zarpamos de Livingston, el viaje promete, no sabemos si para bien o para mal, pero de lo que si estamos los 5 seguros es que promete.

En un principio la intención era navegar rumbo a Roatán, pero Ken nos pregunto si preferíamos dormir esa noche en la bahía de Omoa, un pueblecito pescador, ya en Honduras, y nos pareció muy buena idea ya que el mar no estaba precisamente en calma. Atracamos sobre las 2200.

(con bigote, ken nuestro capitan)

Preparamos la cena, bueno más bien la prepararon, Noa y Dee, un arroz con vegetales buenísimo y James hizo pollo en la barbacoa. Un poco de relax y cuando mi cabeza ya está saturada de tanto hablar inglés, para la cama. Después de todo, un día redondo, a pesar de que estamos en Honduras como ilegales, ya que no cruzamos ninguna frontera ni control de pasaportes, pero eso, después de todas las vueltas que dió el dia, no nos preocupaba mucho.