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Gijon, Asturias, Spain

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ISLAS AZORES


Otra vez pensando en pillar vuelo, ya que el día 16 y 17 de mayo tengo festivo, así que no se puede desaprovechar un puente tan guapo, ya que con tres días pillo toda la semana. Empiezo a preguntar quién se apunta a algún viajecito, y Marta tiene libre toda la semana, así que estupendo, luego Pili dice que también se apunta. Estamos pensando entre Azores o Madeira y al final nos decantamos por Azores, así que a empezar a mirar cositas.
Yo tengo vuelo desde Asturias vía Lisboa, así que estupendo, no tengo que ir a Madrid.

Día 13.05.16 GIJON-LISBOA

Ya que el vuelo me sale por la tarde, decido que me voy un día antes y las espero en Lisboa, ya que el vuelo de Lisboa a Azores nos sale el sábado por la mañana.
Llego a Lisboa sobre las 5 de la tarde, voy al cutre hotel que tenía reservado que ni me acuerdo del nombre, pero eran 25 euros, total para una noche tampoco necesito más.
Salgo a dar un paseo. La verdad es que Lisboa me gusta mucho, es una ciudad con mucho encanto y se come de maravilla.

Día 14.05.16 LISBOA-ISLA TERCEIRA (AZORES)

A las 10 de la mañana me mandan un mensaje de que ya están en Lisboa, así voy a su encuentro y damos un paseo hasta las 12 que volvemos al aeropuerto para pillar el vuelo a Terceira.
Llegamos a Terceira sobre las 14:15, recogemos el coche que ya habíamos alquilado por internet y salimos, por la carretera de la costa, hacia Praia Victoria.
Paramos, damos un Paseín y comemos frente al mar povo (pulpo) guisado y bacalao na brasa. A mí me encanta el bacalao de todas las maneras, así que creo que va a ser mi comida diaria, ummm que rico. Total, con cervezas, 45€.









Seguimos en coche hasta Martins y paramos en Porto Judeu, desde donde vemos las Islas de las Cabras.
Sobre las 19.30 llegamos a Angra do Heroísmo, donde tenemos alquilado un apartamento. El alojamiento se llama COSTAS, y cuesta 80€ por noche.
Cenamos en el restaurante Cais de Angras, en el puerto. Cenamos cracas, lapas, almejas, y de postre Tarta de Doña Amelia, típica de las islas. De beber, tomamos un vino blanco de Azores, el Verdelho. Tras un gin tonic porque es sábado, pagamos la cuenta: 60€.



Día 15.05.16 ISLA DE TERCEIRA

Amanece lloviendo. Aun así salimos rumbo al oeste, hacia Sao Mateo, donde paramos para dar un paseo.
 Vemos a la gente que va llegando a la iglesia para escuchar la misa. Es domingo de Pentecostés y se aprovecha para hacer las primeras comuniones y una misa más solemne de lo habitual.






Seguimos con el coche y la siguiente parada es el miradouro de Porto Negrito y la Queseria la Vaiquinha, donde tomamos una cervecita y probamos cuatro variedades diferentes de queso.
Compramos un trozo para nuestros pic-nics.
Seguimos hacia Doze Ribeiras, siempre por la carretera de la costa, lo que nos permite desviarnos a sitios como Ponta de Quiemado o Ponta de Raminho, que son miradores espectaculares.






Queremos parar a comer en el restaurante Caneta, de carne, que nos ha recomendado el Sr. Costa (el de los apartamentos), pero hay una celebración privada, o simplemente está lleno, y no podemos. Nos recomiendan el Lava Preta, en el pueblo de Biscoitos. Cuando llegamos allí nos apetece más entrar en el restaurante de al lado, O Pedro, y allí comemos bacalhao grelhado, pasteles de bacalhao y bife de vaca. De postre, puding y de beber, cerveza. Todo muy rico. Total: 36,80€.
Seguimos por nuestra carretera de la costa y paramos en un pueblÍn que había fiesta. Nos invitaron a vino y una especie de empanada, había mucho ambiente.






Pasamos por otro pueblo que también estaban de fiesta.



Continuamos y llegamos al Miradouro dos Retalhos, una magnífica vista de los campos que parece que estén hechos de eso, de retales.





 Una de las mejores vistas de las que hemos disfrutado. Desde aquí se ve Praia da Victoria.
La siguiente parada es el Monte Brasil, desde donde vemos una vista panorámica de Angra do Heroísmo.




Hoy gana la liga de futbol portugués el Benfica, y aquí parece que son todos seguidores porque lo están celebrando a lo grande.



Volvemos al apartamento, y Marta se queda ya que está un poco pachucha de gripe. Pili y yo salimos a cenar.



 Nos sentamos a tomar unas cervezas y cuando nos dimos cuenta nos quedamos sin cenar ya que estaba todo cerrado, así que a cenar de picnic en el apartamento. Que catastrofa !!!!!!!!!!!

Día 16.05.16 ISLA TERCEIRA

Hoy salimos hacia la Furna de Enxofoe, unas fumarolas de azufre en medio de una zona con mucha vegetación, musgo y líquenes. Paseamos por una pasarela de madera que da la vuelta por las fumarolas, permite observarlas bien y vuelve al párquing.





La segunda parada es la Serra de Santa Bárbara, a 1.021 metros altitud. La carretera está jalonada de cerrados, esos pequeños muros de piedra volcánica levantados para servir de linde a los siempre verdes prados azoreños.



Otra constante de la isla son los imperios, pequeñas construcciones dedicadas al Espíritu Santo, presentes en cada pueblo. Se estima que existen unas 50 en total.
Volvemos a la carretera principal, ahora rumbo a Serreta. Paramos en Doze Ribeiras, Serreta y finalmente en Biscoitos otra vez, donde comemos en Lava Preta: pescado y carne, todo muy rico. Con sopa del día, ensalada de pulpo, cerveza y cafés: 52€.
Como tardan muchísimo en servir (en general en todos los restaurantes), se nos han hecho las tres de la tarde. Nos vamos a las grutas: Gruta do Natal y Algar de Carvao.
Aunque se encuentran a una distancia de unos cinco minutos en coche entre ellas, existe una entrada combinada que cuesta 9€, y que es la que nosotros compramos.
Gruta do Natal: Es una formación geológica bastante extensa, resultante de la creación de un tubo de lava en el interior de la isla, integrado en la Reserva Forestal Natural de la Serra de Santa Bárbara e Misterios Negros. Posee ramificaciones en forma de diferentes túneles, formados por las salidas de lavas en diferentes direcciones. Sin embargo, solo se puede andar un trecho corto. Una de sus curiosidades es el hecho de que se localiza en gran parte por debajo de una laguna, la Lagoa do Negro.
Algar de Carvao: Un algar es un agujero vertical o chimenea volcánica (es decir, producido por la lava). El de Carvao tiene 90 metros de profundidad, y se formó hace 3200 años debido al drenaje del magma de la chimenea principal, que pasó a cámara magmática. Es un paseo más largo que el anterior y más tipo cueva. Al final hay una pequeña laguna.








Volvemos a Angra y damos un paseo por el pueblo. Tomamos una cerveza en el Club Náutico; hoy es día feirado y no hay mucho ambiente, al revés que en España que estaría todo el mundo echado a la calle.









Cenamos en el restaurante As Tias, en la calle Sao Joao. Bacalhau, camaroes (que son nuestros langostinos) y pasta con camaroes. Vino blanco y de postre, la Tarta Amelia. Total: 56,6€.

Día 17.05.16 ISLA TERCEIRA-PONTA DELGADA (ISLA DE SAO MIGUEL)

Hoy madrugón ya que cogemos el vuelo a las 7 de la mañana. Dejamos el coche en el aeropuerto y 40 minutos de vuelo para llegar a Ponta Delgada.
Recogemos nuestro segundo coche de alquiler, hay una oficina de turismo donde nos proveemos de mapas e indicaciones para llegar a Sete Cidades, nuestro primer destino. La señora de turismo nos indica que debemos ir por la carretera que va a Covoa si queremos atravesar los lagos (Lagoa Azul y Lagoa Verde) por la estrecha carretera que los separa.
Cuenta la leyenda que en la zona vivía un pastor de ojos azules que amaba a una princesa de ojos verdes. El amor, aunque correspondido, era imposible. Al llorar su mala suerte, cada uno formó una laguna: el pastor de ojos azules formó, con sus lágrimas la Lagoa Azul y la princesa de ojos verdes, con las suyas, la Lagoa Verde. Jejejeje como nos gustan este tipo de historias.
Sete Cidades es pequeña, pero turística. Desayunamos en el bar San Nicolás y un par de calles más allá está la Oficina de Turismo, donde nos explican algunas caminatas que podemos hacer por los lagos.



Una constante de la isla es la niebla, imprevisible y molesta, pues muchas veces viene acompañada de lluvia.
La chica de la Oficina de Turismo nos recomienda una caminata y nos sugiere dejar el coche en el pueblo y coger un taxi hasta el punto donde empezaremos a caminar (al inicio del trilho, camino). Hablamos con Filipe, que parece ser el único taxista del pueblo (por lo menos ese día) y sin posibilidad de regatear, nos cobra 10€ por llevarnos. Sin embargo, y decidiéndolo por sí mismo, nos lleva al inicio de otro trilho. Protestamos, pero al final decidimos que nos da igual hacer uno que otro. Este es más largo que el anterior y rodea uno de los lagos, es el más bonito aunque con el día que hace, no creo que veamos mucho.





Aquí un culazo de Marta, el cual aprovechó para descansar un poco.



Empezamos a las 10.00 y a las 2 ya estábamos de regreso. Durante el camino hemos tenido niebla, lluvia, un poco de sol y un perro que nos ha seguido un buen trecho.
Comemos en el mismo bar: tienen carta y un bufete, que elegimos, por 8,50€.
Volvemos por Ponta de Ferraria, donde hay termas y una buena vista.
Vamos hacia Ponta Delgada haciendo alguna paradita





Llegamos finalmente a Ponta Delgada y nos instalamos en Casa do Canto, una casa enorme que hemos alquilado a través de booking.com. Está ubicada en la Rua de Ilha das Flores, 3 a unos 600 metros del centro de la ciudad. Cuesta 120€ la noche, un poco cara pero la casa es impresionante, pueden dormir hasta 6 personas.







Paseamos por el pueblo, que encontramos más animado que Angra do Heroísmo. Para cenar, compartimos un bacalao a bras (9€).

Día 18.05.16 ISLA DE SAO MIGUEL

A través de una aplicación, accedemos a una cámara web en directo para ver el tiempo que hace en la isla. Casi todo está nublado, pero aun así nos vamos a Furnas por la carretera de la costa, pasando por Lagoa y Vilanova. Paseamos por el lago y subimos al mirador de Milho, donde vemos el pueblo.




Bajamos y paseamos un poco, aunque no tiene mucho.
Se encuentra situado al este del históricamente activo Complejo Volcánico de Furnas. La caldeira más antigua y la más joven se encuentran cerca del pueblo, por lo que convierte la zona, bastante poblada, en potencialmente peligrosa.
La tercera caldeira es la que se encuentra más al oeste y se halla parcialmente llena de agua, formando la Lagoa das Furnas.
En el restaurante O Miroma comemos el tradicional cozido, compuesto de verduras y carne, con la particularidad de que lo cuecen en ollas enterradas en la tierra caliente alrededor de la Lagoa das Furnas. Nos gusta, pero sin más. Acompañamos con una ensalada de peix (que resulta ser atún de lata) y una freijoa al horno (alubias blancas hechas en cazuela de barro y al horno). Con cerveza, 47€.
Después de comer nos vamos a Caldeiras, al pie de la Lagoa das Furnas, y vemos las fumarolas, los sitios designados para hacer el cozido y el lago. Vemos cómo hierve el agua, que tiene más aspecto de barro que de líquido. Paseamos por allí bajo una ligera lluvia.









Para relajarnos, vamos a las Termas Poça de Beija. La entrada cuesta 3€ por persona y varias piscinas, a temperaturas entre lo 39º y 28º. Para ducharnos después hay que pagar 1€.
Emprendemos ruta de vuelta y paramos en el puerto de Lagoa. El tiempo sigue nublado, aunque no llueve.
Ya en Ponta Delgada, tomamos una cerveza en uno de los bares del puerto, Porto dos Anjos, que está bastante animado.
Cenamos en Cascada do Cais (Rua dos Mercadores, 27): carne y bacalao, con vino tinto de Azores. Nos gusta mucho. Total: 57€.
Volvemos al Porto dos Anjos y nos tomamos un gin tonic, con un “rasta” cantando y tocando la guitarra.

Día 19.05.16 ISLA DE SAO MIGUEL

Fantástico el café mañanero.



Como hace sol, nos vamos otra vez hacia Sete Cidades para ver, esta vez sí, todos los miradores y lagos del camino: mirador de la Lagoa do Canario, Vista del Rei y otros dos miradores desde donde vemos las Lagoas Azul y Verde, desde perspectivas diferentes. Finalmente llegamos al mirador del Lago de Santiago, hundido en la caldera de un volcán. Sigue el sol y los turistas han salido como setas a ver los miradores…. Como nosotros, vamos.









Cogemos la carretera hacia el sur pero con la intención de ir a la costa norte, en último término a Ribeira Grande y Caldera Veilha, en el norte.
Cogemos una estrada (carretera) secundaria hasta San Antonio, que es un pueblo pesquero sin mucho interés. Paramos en Capelas. No hay ni un bar al lado del mar (una pena), así que vamos a la plaza del pueblo y ahí tomamos una SAGRES, aunque a mí me gusta más la SUPER BOCK (cervezas locales).
A unos 800 metros está el restaurante Canto do Cais, muy recomendado por el TripAdvisor. Pedimos mejillones de entrante y de principal un mix de pescado para los tres (aunque la ración se ofrece como para dos personas). Vino blanco de la casa (6€). Total: 30€.
Aunque hace mucho calor, damos una vuelta por el pueblo.
Seguimos la carretera hacia Rabo de Peixe, donde sólo vemos hombres (según ellas)
Desde Ribeira Grande bajamos por una carretera hacia el sur para ver la Caldeira Velha. La entrada cuesta 2€, con derecho a bañarse en las piscinas climatizadas. Es un jardín muy grande, con mucha vegetación. Disfrutamos del baño, pero Pili prefiere pasear.










De vuelta en Ponta Delgada, atravesamos un mini puerto para ver las vistas 






Llegamos a Ponta y fuimos directamente a tomamos una cerveza y cenamos en 100Espinas, uno de los restaurantes en el puerto. Bacalhao envuelto en hojaldre, y otros platos de pescado. Con vino blanco de Azores. Total: 57€




Día 20.05.16 ISLA DE SAO MIGUEL

Damos una vuelta por el pueblo y vamos al centro a ingresar el dinero del apartamento de Agra, que no habíamos pagado, pensando que lo cargarían a la tarjeta de crédito.





A las doce del mediodía ponemos rumbo a Povoaçao y llegamos a la una. La carretera es muy bonita, con muchas curvas, rodeada de árboles y hortensias, aunque todavía no han florecido. Bordeamos acantilados y cruzamos pueblos, pero todo se ve deslucido por culpa de la niebla, que vuelve a hacer su aparición.



El puerto de Povoaçao es bonito, pero no tiene playa. Tomamos algo en el bar Brisa do Mar y luego comemos en el restaurante Jardín: carne, atún y calamares, con unas almejas de entrante. Total: 65€.
Damos un agradable paseo por el pueblo antes de seguir por la carretera de la costa hacia Nordeste.




 Antes, paramos en el Miradouro da Madrugada. Hay una vista bonita, pero sigue habiendo nubes y niebla. Y empieza a llover.
Paramos en Nordeste, donde está el circo Dallas. Vemos la iglesia, muy parecida a las que ya hemos visto, de piedra negra volcánica y otra piedra blanca.
Tomamos un refresco en el que parece ser el único bar del pueblo.



Nos queda más o menos una hora de camino hasta llegar a Ponta Delgada.
Devolvemos el coche en el aeropuerto, sin pensar que podríamos haberlo utilizado al día siguiente. El taxi a casa nos cuesta 5€
Esta noche cenamos en La Tasca, restaurante muy recomendado y donde hicimos la reserva hace dos días. Probamos las morcilla con piña (plato típico de Azores, que al principio puede resultar chocante, pero resulta rico), pulpo a la brasa con cebolla caramelizada, champiñones con queso y de principales, caldereta de pescado, atún y bacalao. Con vino de la zona. Total: 65€
Vamos al puerto a tomar un último gin tonic. Es viernes y está muy animado, con el mismo cantante “rasta”.
Nos despedimos de Pili, ya que ella se marcha mañana muy tempranín.

Día 21.05.16 ISLA DE SAO MIGUEL

Cuando nos levantamos, Pili ya se había ido. Se va porque esta noche tiene entradas para ver el concierto de Bruce en Madrid.
Marta y yo nos tomamos el día de relax, paseo, comida ligera, siesta y cena, que repetimos en Cascada do Cais. Gambas para empezar, carne y bacalao. Con vino. Total: 46€
Último gin tonic en la isla. Sábado noche, la gente sale y llena los bares.

Día 22.05.16 ISLA DE SAO MIGUEL-LISBOA-GIJON

Yo me voy muy tempranín para conectar con el vuelo de Lisboa a Gijón, Marta se queda hasta el mediodía.
Llego por la tarde a Gijón. La verdad es que la conexión fue fantástica.
Nos pareció un viaje que merece la pena, aunque quizá no hayamos tenido mucha suerte con el tiempo. Las dos islas tienen mucho encanto, la gente es maravillosa, la comida fantástica y en general buen precio.
Los paisajes y los pueblos son muy bonitos, y nos quedaron muchas caminatas por hacer, por no decir la mayoría. Tampoco hubo tiempo de playa, bueno de playa no porque casi no hay, pero de pegarse algún baño en los sitios habilitados para ello, que hay muchos.

En general vengo que buen sabor de boca, que es lo importante, también gracias a la compañía que como siempre genial.